La pandemia no ha terminado y para muestra el incremento de casos que ahora sufre Estados Unidos con la subvariante de ómicron, la BA.2, la cual representa un tercio del total de infecciones de coronavirus en el país y ha visto un alza durante el mes de marzo.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el 34.9% de los contagios totales en la Unión Americana corresponden a la mutación de la variante ómicron, la cual se ha caracterizado por tener un carácter más contagioso que la versión original de la derivación del SARS-CoV2.
La comparación con las dos semanas anteriores resulta preocupante para las autoridades sanitarias del país, pues del 12 pasó al 22%, para colocarse finalmente por encima del 34% de la porción de infecciones contabilizadas en Estados Unidos, según la última actualización de los CDC.
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Según el registro de las zonas con más alta incidencia de casos de coronavirus, el mayor porcentaje se alcanzó en el noreste del país la última semana, de acuerdo con los datos de la institución sanitaria.
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En cambio, las cifras más bajas se encontraron en el sur y medio oeste, aunque la advertencia sobre la rápida propagación de la variante ha crecido en todo el país.
La variante BA.2 comenzó a circular en Europa a inicios de este 2022 y los institutos de salud de algunos país no elevaron el nivel de alerta por el riesgo, aunque sí advirtieron de la multiplicación de su transmisibilidad hasta 1.5 veces superior.
Dinamarca, Reino Unido, Alemania y Suecia se situaron como los países que tuvieron un mayor registro de esta secuenciación derivada de ómicron, pero en algunos, como España, ya es dominante; en este sentido, los estudios de varios científicos señalaron el fenómeno como algo normal, una consecuencia natural de la circulación de ómicron en la recta final del 2021