BUENOS AIRES (AP) — En medio de una aceleración de la inflación, el gobierno argentino anunció el miércoles una lista de precios regulados en pequeños comercios.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, informó en una rueda de prensa que “es imprescindible contar con la canasta de productos de consumo esencial” en negocios de barrio. El funcionario detalló que la lista con los precios se difundirá el 7 de abril.
Las autoridades consideran que este tipo de comercios remarcan los precios con más frecuencia que los grandes supermercados y que algunos proveedores de alimentos se estarían aprovechando de la distorsión de precios internacional provocada por la invasión de Rusia a Ucrania.
La inflación es uno de sus principales problemas de Argentina. En febrero se registró un alza de precios de 4,7% impulsada por un aumento del 7,5% en el valor de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. En lo que va del año la inflación acumulada ha sido de 8,8%, mientras que en 2021 cerró en 50,9%.
La medida anunciada por Feletti se suma a un acuerdo con grandes cadenas de supermercados para que retrotraigan los valores de más de 500 productos a los que estaban vigentes el 10 de marzo y que tuvieron incrementos excesivos hace unos días.
El presidente Alberto Fernández anunció la semana pasada una “guerra contra la inflación” en un nuevo intento por terminar con un problema crónico en el país sudamericano.
El gobierno dijo haber llegado al acuerdo con los supermercados tras mantener conversaciones con la Asociación Supermercados Unidos y empresas productoras de bienes de consumo masivo que, según denunció, no cumplen el actual Programa de Precios Cuidados vigente para ese tipo de negocios.
Los grandes supermercados no han hecho declaraciones al respecto.
El gobierno argentino está preocupado a su vez por la disparada de los precios de los granos por la guerra en Ucrania. Por ello decidió crear un fideicomiso financiado por la suba del impuesto a la exportación de harina y aceite de soja para contener la suba del precio de la tonelada de trigo que adquieren las molineras y retrotraer el precio de la harina a los niveles anteriores al conflicto.
“La invasión de Rusia a Ucrania provoca un dislocamiento del comercio internacional en alimentos, un cambio drástico del escenario que impacta en los farináceos -harina, fideos, pan, pastas y derivados-”, dijo Feletti.
Según algunos economistas estas medidas, que han incluido distintos controles de precios, son soluciones momentáneas que a largo plazo no obtienen los resultados buscados.