MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, ha mostrado su preocupación ante la utilización de cigarrillos electrónicos en adolescentes.
«Son productos relativamente nuevos en el mercado pero que tienen cierto interés sanitario. Nos genera alguna preocupación», ha expuesto Villalbí en su comparecencia este jueves ante la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones.
Durante su intervención, el delegado ha explicado los principales resultados de la ‘Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España 2021 (Estudes)’, que se publicó en diciembre de 2021 y que se realiza a más de 22.000 estudiantes de entre 14 y 18 años de toda España.
Tal y como se refleja en el estudio, «casi la mitad» de los adolescentes ha usado en alguna ocasión los cigarrillos electrónicos. «No deja de ser llamativo. Es probable que muchos los hayan usado solo una vez porque se lo dejó un amigo. Pero esto nos da que pensar», ha advertido.
Junto a esto, también ha llamado la atención sobre el consumo de cannabis, la droga ilegal a la que más recurren los jóvenes. Durante 2021 se produjo una disminución de su uso «seguramente fruto del escenario pandémico, que ha comportado muchos cambios en la vida cotidiana de todos, especialmente de los jóvenes».
Así, la proporción de utilización disminuyó «claramente» el año pasado, siguiendo la tendencia de descenso «muy importante» observada en el año 2020, debido a la pandemia. «Afectado por las restricciones de la pandemia, el consumo de muchas sustancias, que suelen consumirse en grupo, disminuyó notablemente respecto a años anteriores», ha insistido.
Al hilo, Villalbí ha trazado un perfil de aquellos adolescentes que más consumen sustancias: «Los adolescentes que no salen mucho y que vuelven pronto a casa tienen experiencias de consumo muy inferiores. Aquellos que salen más de tres veces de casa a la semana y los que vuelven más allá de las ocho de la mañana concentran la mayoría del consumo».
CANNABIS EN ADOLESCENTES
El pico en el consumo de cannabis en adolescentes se registró en 2004 y «desde entonces la tendencia ha sido a un leve decremento». «Cosa que nos alegra y por la que trabajamos», ha apostillado Villalbí.
De acuerdo con las cifras aportadas por el delegado, y que están recogidas en Estudes, aproximadamente el 3,5 por ciento de los chicos y el 2,5 por ciento de las chicas «podrían tener indicios de consumo problemático». «Es una proporción no despreciable, tenemos que seguir trabajando», ha indicado.
Entre los que han consumido cannabis en el último año, esta cifra sube hasta al 17,8 por ciento de los estudiantes de 14 a 18 años, lo que representa el mayor dato de la serie histórica (13,3% en 2016).
Esto ocurre a pesar de que aumenta el riesgo percibido del consumo habitual de cannabis, según Villalbí: el 88,7 por ciento de los estudiantes de 14 a 18 años considera que consumir cannabis habitualmente puede causar muchos o bastantes problemas (87,5% en 2019).
El cannabis continúa siendo la droga ilegal más consumida entre los estudiantes. El 28,6 por ciento (33,0% en 2019) lo ha probado alguna vez en su vida, el 22,2 por ciento (27,5% en 2019) en el último año y el 14,9 por ciento (19,3% en 2019) en el último mes. El consumo diario sigue siendo elevado y se sitúa en el 1,6 por ciento (2,1% en chicos y 1,1% en chicas).
Estudes también recoge que el consumo problemático de cannabis es más frecuente entre los chicos, con independencia de la edad y se asocia con otras conductas de riesgo: el 68,8 por ciento ha consumido 4 drogas o más en el último año, el 75,2 por ciento ha consumido alcohol en exceso y el 75,6 por ciento se ha emborrachado en el último mes.
ALCOHOL, LA SUSTANCIA MÁS CONSUMIDA
En cuanto al consumo de alcohol, la encuesta señala que sigue estando en niveles elevados. El 73,9 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años lo ha probado alguna vez (77,9% en 2019), el 70,5 por ciento ha bebido en el último año (75,9% en 2019) y el 53,6 por ciento lo ha hecho en el último mes (58,5% en 2019). La edad media de inicio en el consumo continúa situándose en los 14 años, mientras que en 1994, era de 13 años y medio.
«Nos preocupa relativamente el consumo de alcohol, pero mucho el consumo excesivo. Hay una cierta tendencia a su descenso, pero puede que sea una disminución fugaz o quizá nos indique un dato a futuro positivo», ha reflexionado el delegado.
Precisamente respecto al consumo intensivo, el 27,9 por ciento de los estudiantes dice haber consumido alcohol en forma de atracón (‘binge drinking’) en los últimos 30 días (32,3% en 2019), cifra que sube al 52,6 por ciento entre los bebedores.
Las borracheras también han disminuido ligeramente: el 23,2 por ciento de los estudiantes dice haberse emborrachado en el último mes, frente al 24,3 por ciento en 2019. El porcentaje de borracheras es mayor en las chicas. Además, el 41,1 por ciento de los estudiantes afirma haber realizado botellón en el último año.