MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha alertado sobre la «normalización» y la «profundización» de la violencia contra los periodistas en México, uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión y en el que han muerto casi una decena de profesionales en lo que va de año.
El organismo ha precisado que, en las primeras diez semanas de 2022, ha tenido conocimiento de al menos ocho asesinatos de periodistas por motivos que podrían estar relacionados con el ejercicio del periodismo, por lo que ha trasladado su «preocupación» por el «recrudecimiento» de la violencia.
Además, la relatoría de la CIDH ha destacado que este tipo de ataques vulneran la libertad de expresión, «tanto en su dimensión individual como colectiva», ya que afecta al derecho de la sociedad a estar informada. «No pueden ser tolerados en una sociedad democrática».
La relatoría ha valorado, no obstante, los esfuerzos emprendidos por el Estado para atajar la problemática, y ha destacado el plan de creación de un Sistema Nacional de Prevención y Protección para personas defensoras de Derechos Humanos y periodistas. Para ponerlo en práctica, ya se han iniciado una serie de diálogos para que la sociedad civil cuente con espacios «plurales e incluyentes» de participación.
También ha mencionado, por ejemplo, que el Estado mexicano, que condena y reconoce la violencia existente, está trabajando con la UNESCO para «la capacitación» de los diversos órdenes del Gobierno o que ha destinado 1.200 millones de pesos (más de 54,3 millones de euros) al mecanismo para la protección de periodistas actualmente vigente.
Pero en este contexto, y «en un momento crítico para las garantías a la libertad de prensa», el organismo ha considerado que «los recursos humanos y financieros destinados al mecanismo de protección vigente no han sido eficaces» para evitar el asesinato de periodistas y que los esfuerzos mencionados y la capacitación de funcionarios están «lamentablemente desfasados temporalmente con respecto a la urgencia de la situación».
Además, la relatoría de la CIDH ha destacado que los mensajes de rechazo oficial a la violencia letal contra periodistas se «mezclan» y «confunden» con mensajes oficiales estigmatizantes, enmarcados en una «compleja y sostenida pugna» de las autoridades federales y los periodistas y medios de comunicación. «La relevancia que asignan las autoridades a su conflicto con la prensa inevitablemente opaca los mensajes de rechazo a la violencia que han emitido, generando que pierdan la contundencia, convicción y nitidez que debieran tener en este momento», ha agregado.
Para la relatoría, los esfuerzos instituciones actuales se encuentran «desarticulados» y, en ocasiones, son «contradictorios». «Sumados resultan insuficientes» para contener el fenómeno de violencia contra la prensa que actualmente representa una de las principales amenazas a la libertad de expresión en México.
Por ello, la oficina ha pedido al Estado mexicano tomar «con urgencia» medidas complementarias a las ya anunciadas, que se puedan activar en el corto plazo y orientadas a fortalecer el despliegue institucional en los distintos niveles de autoridad y competencia. También ha pedido «dimensionar las causas y los efectos de este fenómeno», al tiempo que ha llamado a que las «más altas esferas» reconozcan el valor del trabajo periodístico y «repudien» los delitos perpetrados en su contra.