La violaciones contra niñas y adolescentes, como la que presuntamente sufrió Jazmín en la Vocacional 7 la semana pasada, se incrementaron en más de 100% en la Ciudad de México durante el primer bimestre del año.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) refieren que en enero y febrero de 2022 se levantaron 205 carpetas de investigación por violación equiparada o contra menores de edad, mientras que en el mismo periodo del año pasado hubo 95.
Este aumento de 115% se da a pesar de que en la capital del país se implementó una campaña mediática titulada ‘La Responsabilidad es Nuestra’, dirigida a los hombres para prevenir este tipo de ataques.
Además, las violaciones simples, es decir, contra las personas mayores de edad también tuvieron un ligero incremento durante febrero de este año, y en total ya se reportan 109 ataques, esto es, 1.8 al día en promedio.
Sumando las violaciones simples y equiparadas, durante el primer bimestre del año ocurrieron 314 casos, lo que se traduce en una tasa de 3.49 por cada 100 mil habitantes, cifra que supera a la media nacional (2.3).
Se combate la impunidad
A pesar de este aumento en las violaciones, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México presumió que la capital del país se ubica en el primer lugar nacional en la investigación, localización y presentación ante las autoridades judiciales de las personas que cometen delitos de violencia en contra de las mujeres.
En cuanto a agresores sexuales, en donde se incluyen aquellos imputados por violencia digital, abuso, acoso y violación, las detenciones aumentaron en 46%, pues en los primeros dos meses de este año se logró la detención de 147 agresores por estos delitos.
Hace unos días, la Fiscalía capitalina inició una carpeta de investigación por una posible agresión sexual en contra de Jazmín, ocurrida dentro de las instalaciones de una preparatoria del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
De acuerdo con la denunciante, familiar directa de la víctima, recibió una llamada del plantel escolar en la que le señalaron que la adolescente se encontraba con malestares de salud. Derivado de lo anterior, acudió por ella y posteriormente se presentó a denunciar.
Alumnas han protestado por este presunto ataque, aunque las autoridades escolares niegan que haya existido porque “las relaciones fueron consensuadas con una persona conocida”.
Problemas emocionales tras un abuso
El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) precisó que el abuso sexual y violaciones contras las niñas, además del daño físico y emocional, podría desencadenar otro problema: el cutting, que consiste en hacerse heridas superficiales en las partes de cuerpo usando objetos como navajas o cuchillos.
“Se sienten ignoradas y rechazadas. Para socavar el dolor emocional, que es intenso, comienzan a flagelarse la piel, y con el tiempo, la práctica se vuelve adictiva – ‘hay dolor, pero hay un poco de placer en un mundo que les entrega mucha frustración’, piensan las chicas que practican el cutting”
— Claudia Sotelo, directora del CEEPI