Bofetada genera debate sobre defensa de mujeres negras

NUEVA YORK (AP) — Comenzó con un hombre negro abofeteando a otro hombre negro en la televisión en vivo en los Oscar, presumiblemente en defensa de una mujer negra que estaba siendo ridiculizada por su peinado. Pero para muchos negros, se trata de más que una bofetada o insulto.

Se trata de la masculinidad negra, de lo que se espera de los hombres negros en el siglo XXI y de las actitudes hacia las mujeres negras.

El impactante altercado físico entre el actor Will Smith y el comediante Chris Rock en la 94a entrega anual de los Premios de la Academia el domingo ha generado un debate sobre las formas apropiadas en que los hombres negros pueden defender públicamente a las mujeres negras contra la humillación y el abuso.

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Si bien muchas mujeres han rechazado durante mucho tiempo la premisa misógina de que su seguridad y protección es competencia de los hombres, algunas ven la supuesta defensa de Smith de su esposa, Jada Pinkett Smith, como un acto de amor basado en principios y un rechazo a quienes dicen que los hombres negros no hacer lo suficiente para proteger a las mujeres negras.

Ayanna Abrams, psicóloga clínica y fundadora de Ascension Behavioral Health en Atlanta, dijo que la protección de un cónyuge o pareja puede ser diferente para cada mujer.

“La protección para algunos de nosotros parece algo más asertivo, en términos de ir a hablar con alguien”, dijo Abrams, quien forma parte de la junta directiva de Black Girls Smile, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la salud mental de las niñas negras.

Pero para muchos observadores, proteger a las mujeres negras de insultos verbales no llega al asalto físico.


Abrams agregó: “Para algunas personas, la protección de las mujeres negras habría sido que el chiste (de Rock) no hubiera sucedido en primer lugar. Esa es también la protección de las mujeres negras y sus cuerpos, y cómo son vistas en los medios de difusión”.

Durante la transmisión de los Oscar, Smith sorprendió a la multitud del Teatro Dolby en Los Ángeles y a los millones de televidentes cuando subió al escenario después de que Rock dijera bromeando: “Jada, te amo. ‘G.I. Jane 2’, estoy deseoso de verla”.

Fue una referencia a la cabeza rapada de Pinkett Smith que no formaba parte del guion. La actriz de 50 años se ha pronunciado públicamente sobre su diagnóstico de alopecia, un trastorno autoinmune que provoca la caída del cabello, así como el efecto negativo que puede tener sobre el sentido de identidad y la autoestima. Cuando Pinkett Smith puso cara de disgusto por la broma de Rock, su esposo nominado al Oscar subió al escenario y abofeteó al presentador.

Después de regresar a su asiento, Smith le gritó dos veces a Rock: “Saca el nombre de mi esposa de tu (grosería) boca”.

Shelly Eversley, una profesora de Baruch College, dijo que el lenguaje de Smith a Rock la hizo cuestionar si la motivación del actor para abofetear al comediante fue un acto de amor.

“‘Mi esposa’, saca el nombre de mi esposa de tu boca, es una lógica de propiedad”, dijo Eversley, quien es rectora interina del programa de Estudios Negros y Latinos de Baruch.


“En la historia de la esclavitud racial y la violencia contra las mujeres negras, ciertamente podemos ver todas las formas en que las mujeres negras en particular han sido tratadas como propiedad”, dijo. “Que los hombres negros lo hagan no lo hace mejor que cuando lo hacen los blancos”.

Los hombres y mujeres negros en Estados Unidos han navegado por roles de género que, según los historiadores, están arraigados en la experiencia de la esclavitud durante una época en la que se defendían mutuamente desafiando a un esclavizador o una figura de autoridad que invitaba a la violencia o algo peor. En medio del apartheid legal y el racismo sistémico, las tasas de pobreza desproporcionadas y el encarcelamiento masivo, se ha educado a generaciones de hombres negros para que crean que el éxito en la vida incluye proteger el honor del cónyuge y defender a la familia del peligro en una sociedad controlada por blancos.

Y en la superficie, eso no es del todo diferente a las expectativas depositadas en generaciones de hombres estadounidenses blancos y hombres de otros orígenes étnicos y raciales.

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Aún así, los tiempos han cambiado. Hoy en día es más probable que un comportamiento como la bofetada de Smith en los Oscar sea condenado como consecuencia de un ego descontrolado y no aclamado como una justa defensa de una mujer negra, dijo Eversley.

“Jada Pinkett (Smith) no es una damisela en apuros”, señaló. “La idea de que de alguna manera Will Smith debería ser aplaudido por tratarla como si no tuviera voz o no tuviera su propia voluntad también es un problema”.

“Que pueda salirse con la suya con ese tipo de violencia en televisión nacional, volver a su asiento, recibir un premio y luego irse de fiesta”, continuó Eversley, “me sugiere que incluso las lágrimas por defender a su esposa no son realmente por defender a su esposa sino a su propio ego”.

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Mientras aceptaba llorando su premio al mejor actor por “King Richard” («Rey Richard: Una familia ganadora»), Smith se disculpó con la academia y sus compañeros nominados por ensombrecer un evento que, hasta que abofeteó a Rock, estuvo lleno de primicias históricas para personas de color, LGBTQ, la comunidad sorda, todo eso en una sala donde los negros han luchado por ser representados.

En un comunicado emitido el lunes, Smith reconoció que su comportamiento “fue inaceptable e inexcusable” y ofreció una disculpa a Rock, algo que no hizo en su discurso de aceptación.

“Los chistes a costa mía son parte del trabajo, pero un chiste sobre la condición médica de Jada fue demasiado para mí y reaccioné emocionalmente”, dijo Smith. “Soy una obra en construcción”.

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Después de condenar el comportamiento del actor en un comunicado el lunes, la academia dijo que considerará si Smith enfrentará otras consecuencias como miembro de la academia.

Smith ha descrito cuidar de sus seres queridos como una especie de misión de por vida y un acto de arrepentimiento. En su exitoso libro de memorias “Will”, publicado el otoño pasado, recuerda haber visto a su padre golpear a su madre con tanta fuerza que ella se cayó y escupió sangre. Smith tenía 9 años y durante mucho tiempo se reprendió a sí mismo por no defenderla, incluso fantaseando con matar a su padre como un acto de venganza.

“Dentro de todo lo que he hecho desde entonces, los premios y elogios, los focos y la atención, los personajes y las risas, ha habido una serie sutil de disculpas a mi madre por mi inacción ese día”, escribió Smith. “Por fallarle en el momento. Por no hacerle frente a mi padre. Por cobarde”.

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Phillip Agnew, activista y cofundador de Black Men Build, un grupo nacional centrado en el empoderamiento y la educación política de los hombres negros, dijo que rechaza la idea racista y perpetuada por los medios de comunicación y difusión de que los hombres negros protegen o aman menos a sus cónyuges, familias y comunidades que otros. Pero alguna respuesta al comportamiento de Smith en los Oscar, particularmente de aquellos que vieron su confrontación con Rock como un ejemplo de protección de las mujeres negras, es evidencia de cuán bajo se ha puesto el listón, expresó.

“Proteger a las mujeres negras incluye absolutamente cómo nos involucramos en nuestras relaciones, tanto íntimas como platónicas”, dijo Agnew. “Pero también incluye hablar en contra de personas de todos los colores y géneros que aprueban políticas que no protegen a las mujeres negras, que presentan programas de televisión y programas de entretenimiento que no edifican a las mujeres negras”.

“Si su verdadero objetivo era proteger el honor y la integridad de su esposa, probablemente había mejores formas de hacerlo”, dijo sobre las acciones de Smith.

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La controversia de los Oscar se produjo al final de una semana que incluyó un enfoque diferente para defender a una mujer negra. El senador Cory Booker, un demócrata negro de Nueva Jersey, pronunció un discurso ampliamente elogiado en el que rechazó el cuestionamiento combativo de sus colegas republicanos a la jueza Kentaji Brown Jackson, quien está a punto de pasar a ser la primera mujer negra confirmada en la Corte Suprema de Estados Unidos.

“Te enfrentaste a insultos aquí que fueron impactantes para mí”, dijo Booker en el tercer día de las audiencias de confirmación de Jackson el miércoles pasado.

“Te has ganado este lugar. Eres digna. Eres una gran estadounidense”, continuó el senador, provocando lágrimas en Jackson y otros que escuchaban con gran atención.

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Paige Brooks, directora asociada de Black Girls Smile, dijo que hay algo de valor en la conversación sobre el incidente de los Oscar.

“La historia de las mujeres negras que se utilizan como blanco de bromas frente a audiencias predominantemente blancas, por el simple hecho de reír y sin tener en cuenta la humanidad de las mujeres y niñas negras, es algo que este país ha hecho durante mucho tiempo”, dijo.

“Esto al menos hace que la gente hable, por buenas o por malas razones”.

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Los periodistas de AP Ryan Pearson en Los Ángeles; Leanne Italie, Hillel Italie y Deepti Hajela en Nueva York, y Lindsay Whitehurst en Salt Lake City contribuyeron a este despacho.

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Aaron Morrison está en Twitter como https://www.twitter.com/aaronlmorrison.

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