WASHINGTON (AP) — Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) anunciaron el viernes que pondrán fin a una política que limitaba el asilo en la frontera entre Estados Unidos y México para prevenir la propagación del COVID-19.
El uso de los poderes de salud pública había sido muy criticado por los demócratas y los defensores de la inmigración como una excusa para que Estados Unidos eludiera sus obligaciones de proporcionar refugio a las personas que huyen de la persecución.
La política entró en vigor en marzo de 2020, bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. Desde entonces, los migrantes que intentaban entrar a Estados Unidos fueron rechazados más de 1,7 millones de veces.