SANTIAGO (AP) — El presidente Gabriel Boric pondrá en juego el lunes su influencia en los sectores izquierdistas que lo llevaron al poder y que espera lo secunden en su intento por aprobar un retiro acotado de fondos de pensiones que busca evitar que la oleada inflacionaria que vive Chile sobrepase los dos dígitos.
Boric no logró alinear a parlamentarios de su coalición para que rechazaran un proyecto de diputados de todos los sectores que busca que unos 10 millones de chilenos retiren unos 15.000 millones de dólares. Finalmente, el mandatario cedió y presentó su propia iniciativa para girar unos 3.000 millones de dólares sólo a pagar deudas.
Economistas de todos los sectores coinciden en que un giro de 15.000 millones de dólares haría subir la inflación en unos cinco puntos, que se sumarían al 9,4% acumulado en 12 meses.
Hacia fines de esta jornada se espera que los diputados voten ambos proyectos y podría darse la posibilidad de que ambos sean aprobados. El trámite debe continuar en los próximos días en el Senado.
Para lograr el apoyo de la oposición derechista a su proyecto, el gobierno ingresaría esta jornada una iniciativa que asegure que los fondos previsionales no serán expropiados por un nuevo sistema de pensiones que impulsará Boric.
Los chilenos han girado 51.000 millones de dólares en tres giros anteriores y un cuarto fue rechazado por el Senado. Boric votó a favor de todos los retiros antes de llegar al poder hace cinco semanas.
Chile por décadas estuvo acostumbrado a una inflación anual en torno al 3%, pero concluyó 2021 con un 7,2% y en marzo último llegó a 1,9%, la mayor en un mes en 29 años. Sólo en el primer trimestre la inflación llegó a 3,4%.
El gobierno dice que el 40% de la inflación obedece a la gran liquidez del mercado local producto de los retiros y a los subsidios fiscales para enfrentar la pandemia, y que el resto responde a factores externos, incluida la invasión rusa a Ucrania.
La inflación es la arista que más ha influido en una creciente desaprobación de Boric, que ha subido 30 puntos en las últimas cuatro semanas, hasta llegar a un 50%, mientras la aprobación llega a un 40%, según la encuestadora Plaza Pública Cadem, que desarrolla sondeos telefónicos semanales.
Otras empresas de sondeos también muestran un incremento en la desaprobación del gobierno.
“La rápida alza en la desaprobación es algo que no se había observado en las anteriores administraciones. En el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018) pasaron 33 semanas y en el segundo gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022) pasaron 37 semanas”, señaló Cadem en su informe.
El gobierno ha cometido varios errores no forzados que influyen en su evaluación, según los expertos. Dos de ellos fueron de responsabilidad de la ministra del Interior, Izquia Siches, quien intentó ingresar sin permiso a una comunidad indígena que favorece acciones violentas para recuperar tierras ancestrales. Fue recibida con balazos al aire y debió huir.
A comienzos de mes, Siches denunció a Piñera en la Cámara de traer de regreso a Chile a 53 venezolanos expulsados porque no fueron recibidos en su país. Eso nunca pasó y se disculpó por Twitter. La acusación de Siches implicaba la comisión de varios delitos que no denunció.
Siches tiene en sus manos el control de la violencia en sectores indígenas del sur, que el gobierno busca solucionar con diálogos, la inmigración ilegal en el norte, donde a diario ingresan unas 600 personas, a pesar de que militares reforzaron la labor policial fronteriza, y la mantención del orden público.
