La ONG denuncia que es el segundo de sus trabajadores asesinado en Leer desde diciembre de 2021
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Decenas de civiles, entre ellos un trabajador de Médicos Sin Fronteras (MSF), han muerto a causa de los últimos incidentes violentos en el condado de Leer, en Sudán del Sur, según ha confirmado este martes la organización no gubernamental, que ha recordado que es el segundo trabajador de la ONG muerto en esta zona del país desde diciembre de 2021.
MSF ha destacado en un comunicado que su trabajador, identificado como Peter Mathor Tap, trabajaba en Leer –situado en el estado de Unidad (norte)– desde 2007 y ha agregado que falleció el 10 de abril tras ser tiroteado cuando se encontraba fuera de servicio.
«Estamos impactados y profundamente tristes por la trágica muerte de nuestro colega Peter. Trasladamos nuestras sentidas condolencias a su familia y amigos», ha dicho la directora de la misión de MSF en Sudán del Sur, Federica Franco, según un comunicado publicado por la ONG.
«Condenamos firmemente la violencia indiscriminada llevada a cabo por grupos armados que han matado y herido a muchos inocentes en Leer, incluidos los más vulnerables, entre ellos niños, ancianos y personas con discapacidades», ha manifestado.
MSF ha apuntado que, tras los últimos incidentes, su clínica en Leer ha recibido a más de 30 personas con heridas de bala, además de otras víctimas con traumatismos, incluidas supervivientes de casos de violencia sexual. La clínica es una de las pocas que sigue operativa tras la evacuación de ONG de la zona a causa del aumento de la inseguridad.
En este sentido, ha destacado que los incidentes provocaron una amplia destrucción en las aldeas de Adok, Pilleny, Thonyor y Touchria, donde fueron asesinadas personas, además de registrarse incendios de viviendas y saqueos. Esto ha provocado que miles de personas se hayan visto forzadas a huir, incluido personal de MSF.
«Ellos (los atacantes) dispararon contra cualquiera que acudiera a una zona pantanosa porque huíamos para salvar la vida. La gente fue masacrada, incluidas madres y niños pequeños», ha dicho Nyadeng, una residente de Adok. «Cuando salimos, vimos que el lugar había sido incendiado y que se habían llevado cabras y ganado y saqueado (propiedades)», ha relatado.
John, un trabajador de MSF desplazado por los ataques, ha detallado que estuvo escondido cinco días en una zona de matorrales para escapar de los atacantes. «La gente permanece al aire libre y sin cobijo. Sufren porque no tienen comida. La situación es terrible. La gente aquí necesita más apoyo», ha lamentado.
Leer fue uno de los condados más afectados por la guerra civil entre 2013 y 2018 y ha sido epicentro de una serie de ataques durante los últimos meses que ha causado muertos, destrucción y nuevos desplazamientos de población, al tiempo que ha afectado a la entrega de ayuda humanitaria.
«El nivel de atrocidades presenciadas, el miedo persistente a un ataque y la destrucción generalizada de instalaciones médicas afectan gravemente al acceso a la atención médica e incluso en los comportamientos de los que buscan servicios sanitarios, ya que la gente es reticente a viajar para obtener tratamiento», ha dicho Franco.
En este sentido, ha alertado de que «miles de personas desplazadas necesitan urgentemente ayuda humanitaria y atención médica». «Pedimos a todos los grupos armados que respeten el Derecho Humanitario y que pongan fin inmediatamente a los ataques contra civiles e instalaciones médicas», ha remachado.