MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La Procuraduría General de Brasil ha informado de que no existen elementos que justifiquen la apertura de una investigación contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por presuntas irregularidades en la provisión de recursos por parte del Ministerio de Educación.
Según la Procuraduría, las pruebas presentadas hasta el momento «no son suficientes para incluir como investigado por los hechos en cuestión» a Bolsonaro, ya que no apuntan a indicios de su participación activa y concreta en hechos delictivos», tal y como han recogido varios medios brasileños.
La Abogacía General de la Unión (AGU) pidió al Tribunal Superior Electoral (TSE) que no investigara a Bolsonaro por supuestos tratos de favor después de que el exministro Milton Ribeiro reconociera una suerte de gabinete paralelo.
La propuesta fue presentada ante el TSE por el Partido de los Trabajadores (PT), que pidió investigar tanto a Ribeiro como a Bolsonaro por abuso de poder y desvío de fondos públicos, ya que la gestión de las partidas presupuestarias de la cartera de Educación «ha sido amañada» con el fin de ayudar a la reelección del presidente.
Unos audios filtrados por el diario ‘Folha de Sao Paulo’ mostraban una reunión de Ribeiro con alcaldes en la que aseguraba que, a petición del presidente Bolsonaro, son dos pastores evangélicos –Gilmar Santos y Arilton Moura– quienes deciden cómo repartir el presupuesto del Fondo Nacional de Desarrollo de Educación (FNDE) del ministerio.
A raíz de esta y otras publicaciones en las que se hacía referencia a una suerte de gabinete paralelo dentro del Ministerio de Educación, varios fueron los alcaldes y autoridades locales que denunciaron que Santos y Moura habían exigido sobornos a cambio de liberar estas partidas del FNDE.
A finales de marzo, la Policía Federal, a petición de la Procuraduría General, comenzó una investigación por estos hechos, que el Gobierno sostiene ya vienen siendo investigados desde 2021 por iniciativa del propio Ministerio de Salud.
Cuestionado por esta grabación, Ribeiro, que fue uno de los nueve cambios ministeriales dentro de la última crisis de Gobierno, negó la mayor y aseguró que el presidente no pidió nunca tal cosa. Sin embargo, el PT defiende que se sirvió de esta cartera para «impulsar la candidatura y los deseos políticos» de Bolsonaro.
