Kane Tanaka, la japonesa que era reconocida como la personas más longeva del mundo desafortunadamente murió a los 119 años.
Este lunes autoridades locales de la región de Fukuoka, al sureste de Japón informaron ahora la muerte natural de Tanaka ocurrido el pasado 19 de abril.
Fue en el año de 2019 cuando los Récord Guinnes la reconocieron como la persona más vieja; sin embargo, cuando le preguntaron sobre cómo se sentía al recibir el reconocimiento, ella aseguró que “hasta ahora es el momento más feliz de mi vida”.
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Tanaka gozaba de una salud relativamente buena hasta hace poco y vivía en una residencia de ancianos, donde disfrutaba con los juegos de mesa, la resolución de problemas matemáticos, los refrescos de soda y el chocolate.
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En sus años de juventud tuvo varios negocios, entre ellos una tienda de fideos y una de pasteles de arroz. Se casó con Hideo Tanaka hace un siglo, en 1922, con quien tuvo cuatro hijos y adoptó a un quinto.
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Había planeado usar una silla de ruedas para participar en el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, pero la pandemia del Covid-19 se lo impidió.
El alcalde de Fukuoka, Seitaro Hattori a través de su cuenta de Twitter destacó la vida de Tanaka tras su muerte el 19 de abril.
“Estaba deseando ver a Kane en el Día del Respeto a los Mayores de este año (una fiesta nacional en septiembre) y celebrarlo juntos con su refresco y chocolate favoritos. Me entristece enormemente la noticia”, dijo en un comunicado el lunes.
SE QUEDÓ CERCA DE ROMPER OTRO RÉCORD GUINNESS
La japonesa Kane Tanaka estuvo a solo tres años de ser el ser humano con mayor edad que haya existido en la tierra.
La persona viva más vieja verificada por Guinness fue la francesa Jeanne Louise Calment, quien murió con 122 años y 164 días en 1997.
Nació en 1875 en Arlés, Francia y en su larga existencia vivió la Revolución industrial, la tecnológica, las dos Guerras Mundiales, la Guerra Fría, la gripe española, la construcción de la Torre Eiffel... Conoció un mundo alejado de los aviones y automóviles y, a su vez, el inicio de Internet.
En 1988, en la conmemoración del centenario de la visita a la ciudad del emblemático pintor, la mujer saltó a la ojo público al asegurar que había conocido a Van Gogh con tan solo 13 años. “Sucio, mal vestido, y desagradable”, así recordaba al pintor neerlandés el día que acudió al taller de su padre para comprar pinturas.
