MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La directora del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), Andrea Ammon, ha informado de que ya se han registrado más de 190 casos a nivel mundial de la hepatitis aguda de origen desconocido en niños, cuya causa más posible es el adenovirus.
En rueda de prensa este martes, Ammon ha detallado que de esos casi 200 casos alrededor de 40 se han producido en países europeos, aunque ha precisado que estas cifras «a veces no son precisas porque aún se están verificando muchos casos».
La máxima responsable del ECDC ha indicado que «las investigaciones en marcha apuntan a un vínculo con la infección por adenovirus», tal y como se lleva sospechando desde su primera notificación por parte de Reino Unido hace unas semanas. En este período se ha descartado que la hepatitis estuviera relacionada con la vacuna de la COVID-19 o con posibles viajes.
Sobre el adenovirus, Ammon ha recordado que «ha habido poca exposición en los últimos años por el confinamiento, la poca interacción social…» producto de las medidas para atajar la pandemia de COVID-19, lo que ha podido dejar a muchos niños vulnerables ante este virus. «Podría ser un factor, pero no puedo confirmarlo ni negarlo porque está aún bajo investigación», ha apostillado.
En este sentido, ha señalado que los síntomas de los niños afectados, como piel y ojos amarillos, vómitos o síntomas gastrointestinales, «son compatibles con el adenovirus». «Pero algunos de estos niños han tenido síntomas más graves y han necesitado de un trasplante por fallo del hígado», ha precisado, algo poco común con este tipo de virus.
En cualquier caso, y pese a que el adenovirus es el principal sospechoso, Ammon ha apuntado que la «causa exacta sigue siendo desconocida». «Están excluidos los virus habituales de la hepatitis. Las autoridades de salud pública de los países están investigando posibles agentes infecciosos. Continuaremos monitorizando el brote para ver qué hay detrás», ha explicado.
Además, también ha descartado que estos casos ya existieran antes de la pandemia y no se hubieran detectado por falta de suficiente atención. «No creo que una situación así hubiera pasado desapercibida si hubiera ocurrido», ha zanjado.
Por otra parte, en cuanto a la evolución de la pandemia, ha celebrado que la transmisión en mayores de 65 años esté disminuyendo en toda Europa, «salvo en Francia y España». «A nivel general, tenemos una transmisión decreciendo, aunque la situación es diferente en los países. A pesar de este descenso, la pandemia no se ha acabado, el virus sigue entre nosotros», ha resaltado.
Ammon ha afirmado que hasta el 95 por ciento de las secuencias del virus de la COVID-19 en Europa son de la variante de ómicron BA.2, que es «muy transmisible». «Se necesita más esfuerzo para que la gente en riesgo de enfermedad grave, y más con la aparición de esta variante más transmisible, esté protegida», ha remachado.