MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha votado este viernes a favor de prorrogar hasta julio las misión especial que mantiene en Libia para intentar sacar adelante la crisis política que se han enquistado en el país desde más de una década.
La Misión de Apoyo en Libia (UNSMIL) tiene como objetivo ayudar a llevar la estabilidad al país del norte de África, que se sumió en el caos después de la muerte de Muamar Gadafi en 2011.
Sin embargo, hay disputas entre los miembros del Consejo de Seguridad sobre la estructura de la misión y la posición de su mediador, un papel que actualmente ocupa la enviada estadounidense Stephanie Williams, cuestionada por Rusia, desde que asumiera el cargo tras la inesperada renuncia de su antecesor, Jan Kubis.
La prorroga se anuncia en un momento en el que las tensiones han vuelto a aflorar después del retorno a la bicefalia administrativa tras la toma de posesión de un gobierno paralelo y la movilización de diversas milicias en apoyo a cada uno de ellos, que amenazan con derivar en un nuevo conflicto.
Las tensiones han repuntado drásticamente después de que el exministro del Interior Fazi Bashaga tomara posesión tras ser nombrado primer ministro por la Cámara de Representantes, con sede en Tobruk (este). El primer ministro de unidad, Abdul Hamid Dbeibé, se ha negado a entregar el poder y ha incidido en que su mandato no ha concluido.
El Gobierno de unidad rechazó la decisión de la Cámara de Representantes de aprobar el gobierno de Bashaga y reiteró que Dbeibé seguirá en el cargo para poner en marcha su nueva ‘hoja de ruta’, que contempla la celebración de legislativas en junio de 2022, precedidas por un referéndum constitucional que genere un marco legal para la celebración de los comicios.
Dbeibé fue elegido como primer ministro por el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) en febrero de 2021, con lo que sustituyó al hasta entonces primer ministro de unidad, Fayez Serraj, quien aceptó ceder sus competencias tras el proceso de consultas, iniciado después de un acuerdo de alto el fuego después de que las autoridades de Trípoli rechazaran la ofensiva militar lanzada en abril de 2019 por el general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este.