El Papa reivindicó este lunes el “papel social” de los farmacéuticos, criticando que el sistema sanitario sea demasiado “burocrático” en muchos países europeos y que la pandemia haya terminado de “paralizar” los procedimientos.
“El sistema es muy burocrático, y la pandemia lo ha puesto a prueba, ralentizando, cuando no paralizando, los procedimientos. En la práctica, esto significa mayores molestias, mayor sufrimiento y, desgraciadamente, más perjuicios para la salud de los enfermos”, dijo el Pontífice en una audiencia con farmacéuticos católicos italianos, que tuvo lugar en Casa Santa Marta y no en el Palacio Apóstolico del Vaticano.
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El Papa señaló que muchas veces los farmacéuticos “funcionan como un ‘puente’ entre los ciudadanos y el sistema sanitario”. “Aligeran la carga del sistema sanitario y alivian la tensión social”, dijo sobre ellos.
Para el Pontífice, los farmacéuticos deben llevar a cabo su función con “gran prudencia y seriedad profesional”, destacó, “el aspecto de proximidad, de asesoramiento, de esa familiaridad que debe ser característica de la asistencia sanitaria a escala humana”.
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Del mismo modo, el Pontífice aseguró que los farmacéuticos tienen la labor de ayudar a “desenmascarar los engaños de un falso bienestar y a educar en una verdadera ‘vida buena’”. En este sentido señaló que una vida saludable “no es privilegio de unos pocos, sino que está al alcance de todos”.
El Papa también llamó a este colectivo a dar su contribución a la ecología integral. “Creo que los farmacéuticos también pueden ‘crear cultura’ en este ámbito, promoviendo un mayor conocimiento de cómo llevar una vida sana”.
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