El 6 de mayo el Consejo Indígena y Popular de Guerrero, Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) reportó la desaparición de Marcos Campos Ahuejote y Lorena Chantzin Paxacuasingo, quienes fueron hallados sin vida un día más tarde en un tramo carretero del municipio de Chilapa. El CIPOG-EZ denunció en redes sociales que sus compañeros presentaban huellas de tortura; no obstante, la Fiscalía General del Estado (FGE) descartó la desaparición y atribuyó la muerte a un accidente.
De acuerdo con lo referido por la organización indígena, el pasado viernes sus compañeros fueron detenidos cuando se dirigían a Chilapa, en el crucero que está a la carretera a la altura de Atzacualoya, lugar en el que, según indicó el CIPOG-EZ, el grupo armado conocido como Los Ardillos instala retenes.
“Sabemos que fueron “Los Ardillos”, Celso Ortega y la gente que integra al grupo narcoparamilitar, particularmente Audencio Lucas Rosario, quien está operando en la zona de Chilapa asesinando y secuestrando”.
— Señaló el CIPOG-EZ a través de un comunicado.
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Cuando se informó de la desaparición de Campos Ahuejote y Chantzin Paxacuasingo, el CIPOG-EZ denunció que ni la Fiscalía, ni la gobernadora Evelyn Salgado “han hecho nada por detener los asesinatos, desapariciones, torturas y demás acciones de Los Ardillos” en la región. “Es insostenible lo que estamos viviendo y responsabilizamos a los tres niveles de gobierno por lo que pueda pasar”, señalaron en redes sociales.
Tenían rastros de tortura, aseguran
El 7 de mayo el CIPOG-EZ informó que alrededor de las 09:00 horas las autoridades les notificaron que sus dos compañeros fueron encontrados sin vida como producto de un accidente. Sin embargo, la organización indígena indicó que los cuerpos tenían marcas visibles de tortura y que el lugar en el que fueron hallados los activistas “Los Ardillos se han dedicado a desaparecer y asesinar” a miembros de sus comunidades.
“Las autoridades municipales argumentan que se trata de un accidente, cuando nuestros compañeros tienen marcas visibles de tortura y fueron localizados 24 horas después de su desaparición”.
— CIPOG-EZ.
Cabe señalar que los fallecidos son oriundos de las comunidades de Acahuehuetlán y Xicotlán en Chilapa de Álvarez, ésta última forma parte de las localidades para las que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió medidas cautelares en diciembre de 2021 dirigidas a Salgado Pineda y a la FGE para que garantizaran la vida, integridad personal y seguridad de los habitantes de las comunidades ante el asedio de Los Ardillos.
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El pasado 30 de enero CIPOG-EZ llamó al gobierno de Salgado Pineda a frenar los ataques armados por parte de organización criminal de Los Ardillos en las comunidades de Tula, Xicotlán y Zacapexco, quienes sembraron terror en dichas localidades al abrir fuego contra las viviendas y habitantes por más de dos horas.
La FGE niega secuestro y asegura que fue un accidente
En contraste, la FGE de Guerrero compartió un comunicado en el que detalla que los miembros del CIPOG-EZ fueron encontrados sin vida “derivado de un accidente vehicular” y descarta la privación de la libertad de los activistas indígenas.
“No fueron privados de la libertad como circuló en redes sociales; sin embargo, se inició la carpeta de investigación correspondiente por el homicidio de tránsito terrestre”.
— FGE de Guerrero.
De acuerdo con el documento de la Fiscalía, los cuerpos fueron hallados al interior de una camioneta Nissan que yacía en el fondo de un barranco por policías de investigación del municipio.