El ministro de Exteriores insiste en que Moscú no busca una guerra en Europa
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha asegurado este miércoles que el país euroasiático tiene «suficientes compradores» de recursos energéticos «incluso sin los países occidentales», en el marco del posible embargo al petróleo ruso que discute la Unión Europea (UE) como represalia a la invasión de Ucrania.
Lavrov ha garantizado que las autoridades rusas «trabajarán» con estos compradores y ha advertido de que dejarán que «Occidente pague mucho más de lo que paga a Rusia» por los recursos energéticos que tendría que comprar a otros países.
«Dejaremos que explique a su población por qué van a empobrecerse más», ha agregado en rueda de prensa desde la capital de Omán, Mascate, según ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, reconoció el martes «dificultades» para cerrar un acuerdo sobre el sexto paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania que incluya el veto a la importación de petróleo ruso, aunque señaló al próximo lunes para culminar la ronda de sanciones.
Hungría mantiene sus reservas sobre la idea de imponer un veto al petróleo ruso y la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajó este lunes a Budapest para tratar de desbloquear el sexto paquete de sanciones por la guerra en Ucrania.
Aunque valoró los progresos hechos, Von der Leyen señaló que se necesita más trabajo para cerrar el acuerdo final y prometió una videoconferencia con los actores regionales para cerrar filas.
La propuesta prevé un embargo a todas las importaciones de petróleo ruso a la Unión Europea por cualquier vía, con un periodo de transición de seis meses en el caso del crudo y de ocho para los productos refinados.
La excepción prevista para que Hungría y Eslovaquia pudieran retrasar un año su aplicación complicó las negociaciones porque el plazo resultaba insuficiente a ojos de estos países, que quieren retrasarlo hasta 2024, y porque otros socios pidieron ese trato diferenciado, algo que República Checa ha logrado ya consolidar en el texto para sí.
Por otra parte, Lavrov ha insistido en que Moscú no busca una guerra en Ucrania, si bien ha destacado las «declaraciones occidentales sobre la necesidad de derrotar a Rusia».
«Si le preocupan las perspectivas de una guerra en Europa, no queremos eso en absoluto», ha insistido el jefe de la diplomacia rusa, que ha incidido en que «es Occidente el que insiste constantemente en que en esta situación es necesario derrotar a Rusia». «Saquen sus propias conclusiones», ha instado.
El ministro ruso también ha arremetido contra la Secretaría General de la ONU y el propio António Guterres, asegurando que la organización «perdió la oportunidad» de lograr un acuerdo político en Ucrania cuando «ignoró el incumplimiento» de los Acuerdos de Minsk por parte de Kiev.
«Si hablamos de un papel que Naciones Unidas podrían desempeñar más allá del meramente humanitario, entonces, muy a mi pesar (…) perdió la oportunidad de lograr un arreglo político cuando durante siete largos años no reaccionaron al sabotaje abierto y franco por parte del régimen de Kiev de la resolución 2202 del Consejo de Seguridad que aprobó los Acuerdos de Minsk», ha dicho.
Así, ha enfatizado que si la ONU hubiera tratado de «alentar» a las autoridades ucranianas a cumplir con las obligaciones derivadas de este documento, ahora no tendríamos esos problemas que finalmente creó el régimen de Kiev».