El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) difundió los descubrimientos más recientes de la Vía Láctea, la primera imagen de un agujero negro supermasivo pertenenciente a nuestra galaxia, nombrado como “Sagitatio*”.
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Los hallazgos fueron posibles gracias al uso del Telescopio del Horizonte de Eventos. “Representa un avance crucial y profundo para el conocimiento del Universo”, señaló, la directora general del consejo, María Elena Álvarez-Buylla. “Son uno de estos descubrimientos que nos une como humanidad”.
En abril de 2019, se anunció, por primera vez, un hito histórico en el ámbito de la astronomía, la imagen fidedigna del primer agujero negro supermasivo; nos mostraba una sombra circular, rodada de un halo de luz, que comulgaba con los preceptos de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, propuesta en 1905.
Tomada a partir del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM), instalada en la sierra de Puebla, sus primeros grandes resultados formaron parte de una colaboración global, en la que participaron más de 150 expertos de 20 países distintos, en la que se unió virtualmente el trabajo de ocho telescopios. En la actualidad, este telescopio también ha servido para capturar las primeras y más prolíficas imágenes del agujero negro de nuestra galaxia, que también convive con la teoría relativa de Einstein.
La ubicación geográfica del telescopio permite que las observaciones hagan un aporte importante en la calidad final de las imágenes de agujeros negros masivos, ya que permite una capacidad de nitidez comparable a fotografiar prolijamente una manzana desde el espacio.
Todas las galaxias cuentan con un agujero negro supermasivo, ubicado en su centro. Existen distintos tipos de galaxias, inactivas y activas, las activas los agujeros negros atraen materia que “traga”, lo que provoca fenómenos energéticos, en las inactivas, a su vez, el agujero es relativamente quiero, pues no absorbe materail y no hay atracció energética, explicaron los expertos.
El nombre del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea es llamado como “Sagitario A*”, que se encuentra a una distancia 25, 673 años luz, y pesa 4,154 millones de veces la masa del Sol. Es, además, un agujero del tipo apagado, mil veces menos masivo que el agujero negro activo “M87*”, del primero que se capturó una imagen en 2019. Es e lagujero negro más cercano a la Tierra, “quiere decir que es el único al que podemos precisar parte de sus caracteristicas, pues otros se ecuentras muy lejos de nosotros”.
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Esta labor fue un esfuerzo internacional, instituciones como la Universidad de Frankfurt, el Insituto de Astronomía (IA) de la UNAM, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), Universidad de las Ámericas, Instituto Nacional, Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM: “Solo con sinergias de esta naturaleza se puede avanzar en estos ámbitos”.
Sin duda, la participación de México fue clave para alcanzar estos logros, asegró Álvarez-Buylla.
El doctor David Hughes, director del Gran Telescopio Milimétrico, y miembro del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, dijo: “estamos muy muy emocionados de compartir estos resultados con ustedes”.
¿Cómo sabemos que estamos viendo un agujero negro?
Los modelos teoricos que ayudan a observar a los agujeros negros consisten en un agujero negro, un gaz y una luz emitida que llega hasta la Tierra. Estas propiedades son anexadas a una fuente de datos que son usadas como simulaciones para comparar directamente la recreación con la verdadera imagen de un agujero negro.
Los datos observacionales sirven para generar un modelo de imagen que describe al agujero negro, en este caso Sagitario*, desde la Tierra se observa en un ángulo de 30 grados. Con su descubrimiento, se descartaron, además, otros modelos que se estudiaron por varios años.
Las dos galaxias se describen a partir de la Teoría de Einstein y se explican por medio de los parámetros de espacio y tiempo.
En este proyecto, Conacyt invirtió más de 3 mil millones de pesos, señaló Álvarez-Buylla, como parte de un compromiso constante con el INAOE. “Desde un una país donde hay tantas demandas, Hay que saber priorizar, y esta es una de las prioridades del Conacyt, el apoyar esta infraestructura para seguir formando investigadores jóvenes y garantizar esta colaboración fundamental”.
De acuerdo con los expertos, esto sólo es el comienzo de los estudios del Telescopio del Horizonte de Eventos, pues aún hay mucho por descifrar con respecto a “Sagitario A* y “M87*”, lo que permitirá predecir y confirmar enigmas que, hasta ahora, permanecen guardados. Es muy importante conocer todo aquello que conforma a la Vía Láctea, “Hablar de nuestra galaxia, es hablar de nuestra casa”, indicó el doctor Luis Alberto Zapata, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM.