MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de la ciudad china de Shanghái se han fijado como objetivo diagnosticar cero casos de COVID-19 para mediados de mayo, mientras han comenzado a idear un plan para la reanudación del trabajo y las clases presenciales.
Según los datos proporcionados por las autoridades, este viernes han diagnosticado 2.096 nuevos contagios, de los que 227 mostraban síntomas de la enfermedad. Además, otros dos mayores han fallecido a causa de la enfermedad.
La cifra de nuevos casos es mayor que la detectada el jueves, cuando las autoridades diagnosticaron 650 contagios. No obstante, las autoridades señalaron que el brote estaba perdiendo fuerza y que la mayoría de los nuevos casos de habían diagnosticado en áreas de cuarentena.
«Tenemos que trabajar duro para lograr cero casos a nivel comunitario para mediados de este mes», ha indicado el teniente de alcalde de Shanghái, Wu Qing, que ha garantizado que, a partir de entonces, las autoridades permitirán un regreso «ordenado» a la situación anterior, según ha recogido la emisora RTHK.
No obstante, ha incidido en que cortar la transmisión comunitaria es un requisito para aliviar las estrictas restricciones impuestas actualmente.
La ciudad de Shanghái se ha convertido en el epicentro del coronavirus en China, lo que ha llevado a las autoridades a imponer unas estrictas restricciones a los residentes, confinados más de un mes.
La cuarentena se introdujo en la ciudad el 28 de marzo, por lo que la mayoría de comercios, mercados y tiendas dejaron de abrir y la población permaneció en sus casas. No obstante, las autoridades se toparon con dificultades a la hora de entregar alimentos y facilitar la vuelta al trabajo de los residentes.
Hace una semana, dieron por finalizado «el peor brote de coronavirus» de China e indicaron que la situación se encontraba «bajo control efectivo».
El cierre de Shanghái ha repercutido, además, en el mercado global debido al cierre de las fábricas de la zona y la falta de suministros.