El presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, y la primera ministra del país, Sanna Marin, anunciaron este domingo la solicitud de la entrada del país en la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con la intención de “maximizar” sus opciones de seguridad tras la invasión rusa de Ucrania.
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Marin expresó su deseo de que el proceso de ratificación sea “tan rápido y fluido como sea posible” y que “ningún miembro de la organización ha avisado de problemas al respecto”, en referencia a las declaraciones formuladas el viernes por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre su disconformidad ante los planes de adhesión de Finlandia y Suecia.
Erdogan expresó su malestar tras denunciar que los países escandinavos otorgaban un trato favorable a organizaciones como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), declarado grupo terrorista por su país y estimó, citando el caso de Grecia, que la incorporación a la OTAN rara vez soluciona tensiones territoriales.
Niinisto, en respuesta, reconoció “confusión” sobre la postura turca y aseguró que el mandatario se había mostrado “complacido” y “partidario” de la incorporación. “El viernes escuchamos algo distinto y el sábado volvía estar abierto a la incorporación y después al contrario: queremos una respuesta clara al respecto y esperamos hablar con Erdogan sobre los problemas que plantea”, añadió.
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El presidente espera mantener las relaciones de vecindad con Rusia
Sobre la reacción de Rusia, el presidente indicó que “la pertenencia a la OTAN no cambia la geografía” entre ambos países vecinos y que en su conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, mantenida el sábado, y en la que le informó personalmente de la decisión de unirse al bloque, ambos líderes recordaron aspectos de cooperación bilateral desvinculados de la Alianza Atlántica “que tenemos que cuidar en un futuro”.
Cabe recordar que el presidente de Rusia avisó a Niinisto que entrada de Finlandia en la OTAN podría conllevar “un impacto negativo” en las relaciones bilaterales antes de asegurar que su país no supone amenaza alguna para su vecino.