BEIJING (AP) — Las autoridades de Beijing confinaron a más residentes en sus viviendas el martes dentro de un esfuerzo de tres semanas para controlar un pequeño pero persistente brote de COVID-19 en la capital china.
Siete zonas aledañas del distrito de Fengtai estarán aisladas al menos durante una semana, y los residentes no podrán salir de casa en una zona de 4 por 5 kilómetros (2 por 3 millas). El lugar está cerca de un mercado de comida al por mayor que cerró indefinidamente el sábado luego de que se descubrió un brote allí.
Las nuevas medidas se impusieron mientras Shanghái, la ciudad más grande del país, empieza a aliviar gradualmente un confinamiento que ha atrapado a su población durante más de seis semanas. Los brotes de Beijing Shanghái han puesto la atención sobre si China puede mantener su estricta política de «cero COVID” mientras muchas otras naciones se adaptan a vivir con la variante ómicron, que se propaga con más facilidad, y alivia las restricciones.
China registró 1.100 nuevos casos el lunes, dijo la Comisión Nacional de Salud el martes. De esos, unos 800 se registraron en Shanghái y 52 en la capital. El conteo diario de infectados en Shanghái lleva más de dos semanas bajando de forma constante, pero las autoridades han actuado con lentitud para aliviar las medidas, lo que frustró a los residentes.
El Beijing, la cifra se ha mantenido estable aunque han surgido nuevos brotes en distintas zonas de la ciudad.