Apenas termine la temporada de ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México -que hasta la fecha ha dejado como saldo cuatro contingencias ambientales-, dará inició el periodo de lluvias con el reto anual que tiene que enfrentar la capital del país en torno al problema de inundaciones y encharcamientos.
Las condiciones ambientales en la Ciudad de México no son favorecedoras, muestra de ello, la contaminación, que ha dado pie a la creación de una red de asesores de calidad del aire que ya trabajan en un plan para aminorar el impacto de ese ‘golpe’ en esta entidad.
Oficialmente este periodo de días grises terminará en junio, justo cuando se espera que arranque la época de lluvias y ciclones tropicales en el Golfo de México y Mar Caribe y de la cual pronostican que será una temporada más activa de lo habitual. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el próximo mes registrará un superávit con precipitaciones 18% por arriba del promedio.
En términos ambientales, la capital del país ha pasado de un riesgo aceptable a crítico, consecuencia de un proceso de transformación de la cuenca y el crecimiento de la población, de acuerdo con el doctor Ángel Emmanuel Zuñiga Tovar, catedrático CONACYT del Instituto de Geografía de la UNAM.
Inundaciones y encharcamientos
A lo largo del tiempo, el reto que enfrenta la capital del país cada temporada de lluvias ha ido escalando, según el académico de la máxima casa de estudios, quien estima que anualmente esta entidad registra 500 encharcamientos y alrededor de 20 inundaciones.
Zuñiga Tovar explica que la pérdida de coberturas naturales y los cambios en la dinámica de las lluvias son caldo de cultivo para sufrir las consecuencias cada año, además de que los trabajos de desazolve por parte de autoridades locales resultan insuficientes.
A lo anterior, se suma el incremento de la basura que en pandemia creció hasta un 50%, un impacto directo al sistema de drenaje por la falta de disposición final de estos residuos sólidos.
“Se había avanzado antes de la pandemia con campañas para hacer conciencia de la separación de residuos y del uso de plásticos que significa un impacto directo al funcionamiento del sistema de drenaje, pero todo esto se frenó, la basura se arroja constantemente a las vías públicas. Hace falta seguir promoviendo esta recomendación a la población”
— - dijo el experto.
Estrategias de prevención, ausentes
El catedrático de la UNAM opinó que en la Ciudad de México hace falta una estrategia de riesgo de desastres con enfoque preventivo, menos reactivo, que permita entender el proceso generador de inundaciones e incidir en una reducción de vulnerabilidad de la capital ante las intensas lluvias.
Asimismo, advirtió que la participación de la población que transita por la CDMX es fundamental para lograr reducir el número de encharcamientos e inundaciones, pues la basura en las calles son el principal problema que merma el funcionamiento del sistema de drenaje.
En tanto, indicó que otro de los frentes a trabajar es en el rescate de áreas verdes a lo largo del crecimiento urbano de la ciudad, pues señaló que la pavimentación es la que contribuye al escurrimiento desde zonas altas de la cuenca a las más bajas.
Puntos críticos de inundaciones
(Fuente: Sacmex)
- Oriente: Santa Martha Acatitla, Zaragoza y Santa Cruz Xochitepec.
- Centro: avenida Chapultepec y Circuito Interior y Reforma, de Insurgentes a Niza.
- Poniente: Periférico y Conscripto, Reforma, San Antonio y Constituyentes
- Norte: Río de los Remedios, Gran Canal, Indios Verdes y Acueducto de Guadalupe.
- Sur: Insurgentes Sur y Tlalpan, Viaducto Tlalpan, Miramontes y Prolongación División del Norte.
DATO
- 5 ciclones tropicales prevé la Conagua que impacten en el país
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