El desempleo afecta a cientos de miles de personas en México, incluso el Inegi dio a conocer que más de 2% tarda hasta un año en conseguir una fuente laboral, tanto en la formalidad o informalidad; sin embargo, hay elementos importantes que se deben considerar sobre la cultura laboral de las empresas para decidir trabajar o no en ellas.
Jésica Chávez Escalante, jefa de personal de Flink, empresa financiera y tecnológica, dijo que cambiar de trabajo o entrar por primera vez a uno es un reto, pues aunque las empresas aseguren que tienen una buena cultura laboral y ambiente cordial, la realidad en México es distinta.
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“El trabajo es el lugar donde las personas pasamos el mayor tiempo de nuestra vida, por ello es importante exigir que las malas prácticas que se tienen en las compañías cambien, pues solo así se provocará que las empresas ajusten sus condiciones laborales para que sean más humanas, empáticas y permitan el desarrollo profesional”.
Para Chávez Escalante, uno de los elementos a considerar para trabajar en una empresa es que tenga bajos niveles de rotación de personal, es decir, que las renuncias no superen 10% anual, pues aunque las altas y bajas de personal son inevitables, si las renuncias y despidos son altos, es un indicativo del nivel de felicidad de los trabajadores.
También puede ser reflejo de un foco rojo sobre la implementación de políticas laborales que se deben cambiar.
Actualmente, muchas empresas toman la “bandera” de la inclusión, en ocasiones lo hacen para cumplir con cuotas sociales o hacerse publicidad, pero no pasa de ahí y se limita la contratación de personas de la comunidad LGBT+.
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Datos recopilados por McKinsey, solo 15% de las empresas tienen a mujeres en puestos de alto liderazgo, pero solo 8% como directivas; mientras que con colaboradores de la comunidad LGBT+, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 70% de ellos aseguran que no reciben el mismo trato que sus compañeros heterosexuales.
“Las políticas, acciones y actividades inclusivas que se establezcan en una compañía deben apostar a que las personas se sientan parte de la empresa, que puedan ser ellos mismos y dejarlos ser únicos. Esto va desde que exista un código de vestimenta libre, hasta que haya las mismas oportunidades de crecimiento sin importar la expresión, identidad de género o preferencia sexual”, destacó Jésica Chávez.
El tercer punto a considerar es que los grados académicos no sean la única consideración para contratar a una personas, pues sí bien la educación académica es fundamental, no es determinante para conocer sobre la habilidades de las personas dentro de una empresa.
La especialista añadió que las empresas deben motivar a sus colaboradores para que desarrollen sus capacidades, ya que así mantendrán la motivación necesaria para crecer constantemente.
“Actualmente es más fácil conocer las prácticas que se tienen en las empresas, las personas pueden investigar en internet el tipo de ambiente, normas y cultura laboral que se tiene. Por ejemplo, en LinkedIn se puede conocer el tiempo que las personas llevan colaborando en la compañía y crecimiento jerárquico, a mayor duración, las probabilidades de que existan prácticas éticas, empáticas y humanas aumentará”.
Además de esto, en Facebook y Twitter hay foros en los que se comparte información sobre la experiencia de trabajar en ciertos lugares, desde las prestaciones laborales y denuncias por incumplir con las leyes laborales.