El viceministro turco de Asuntos Exteriores, Faruk Kaymakci, señaló que si bien son partidarios de la política de puertas abiertas de la OTAN, es condición fundamental que nuevos aspirantes como Suecia y Finlandia retiren el supuesto apoyo que ofrecen a las fuerzas kurdas, consideradas terroristas por Ankara, y dejen de exigir que se restrinja la venta de material armamentístico a Turquía.
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A su paso por Madrid con motivo de su encuentro con el secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro, Kaymakci contó en una entrevista para Europa Press que Suecia y Finlandia deben revertir sus posiciones en este sentido pues en caso contrario “no pueden entrar en la lógica de la alianza de la OTAN”.
“Suecia y Finlandia tienen que darse cuenta de que se están convirtiendo en miembros de una alianza en la que tenemos que luchar todos por y para el otro. Esto significa que no puedes tener a tu terrorista o nosotros al nuestro. Tenemos que tener una política muy clara contra todo tipo de grupos terroristas”, señaló.
“Nuestra política es muy clara, una política de puertas abiertas. Queremos ver una OTAN más fuerte. Queremos ver aliados más fuertes, pero antes que nada, queremos ver una alianza real donde los aliados respeten la defensa y la seguridad de los otros”, explicó.
En ese sentido Kaymakci enfatizó que “cualquier apoyo” al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y a las Unidades de Protección Popular (YPG) tiene que terminar. “Hay algunas declaraciones que fomentan el terrorismo del PKK en este país”, protestó.
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“Solo dos días atrás el líder de las YPG apareció en la televisión estatal sueca y hace una semana el PKK se manifestó en el corazón de Estocolmo con banderas y fotografías de Ocalan”, criticó Kaymakci en referencia al presidente del PKK, Abdulá Ocalan, preso en Turquía.
Del mismo modo, “los aliados no pueden imponer restricciones contra otros aliados en términos de ventas de la industria de defensa. Suecia y Finlandia pidieron que se restrinja la venta de armas y de productos industriales de defensa a Turquía. Esto no puede ser”, subrayó Kaymakci.
Guerra en Ucrania
En lo que respecta al conflicto en Ucrania, Kaymakci mencionó que si Turquía hubiera sido miembro de la Unión Europea “esta guerra no habría ocurrido”. A su juicio se habría evitado porque la presencia de Ankara hubiera creado “una fuerte disuasión en Occidente contra cualquier agresión en Europa”.
“Lamentablemente, hoy en día, la cooperación de la UE con la OTAN no existe del todo. Desafortunadamente, la OTAN y la UE están divididas y Turquía marginada del resto de Europa. Esto fomenta las agresiones en Europa”, lamentó.
En ese sentido, puso de relieve la posición privilegiada de Turquía como moderador en las conversaciones entre Rusia y Ucrania y si el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió tanto en ser anfitrión de estos encuentros es por las “buenas conexiones” que mantienen con ambos países.
“Esta guerra en Europa es muy costosa y no habrá ganador. Cuanto más dure la guerra, más perderemos. Es por eso que queremos usar nuestros buenos oficios y queremos usar nuestras buenas conexiones con estos dos países para detener esta guerra lo más rápido posible”, explicó.
“De lo contrario, creo que todos saldremos perdiendo porque esto no es una guerra entre Ucrania y Rusia. Es una guerra también contra Occidente. Es una guerra contra nuestros principios democráticos. Y es por eso que tenemos que tener una posición fuerte y unificada”, remarcó.
Relación con Grecia
En otro orden de cosas, el viceministro Kaymakci también destacpo la siempre complicada relación que mantienen con Grecia, país al que acusó de “abusar” de su membresía en la Unión Europea y “exportar” los problemas que les atañen para imponer sus condiciones sobre Turquía.
“Grecia exportó estos problemas a la UE y a algunos de los Estados miembros. En realidad, Grecia esta abusando de su membresía en la UE y de sus derechos de veto contra Turquía. Intentan en Europa solucionar estos problemas y no depende de la UE decidir”, mencionó.
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“Si se trata del espacio aéreo, o de las aguas territoriales, no depende de Estados Unidos o de Alemania decidir dónde está la frontera del mar Egeo”, dijo Kaymakci, quien reprochó al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que utilizara su visita a Washington para exponer estos asuntos, rompiendo así con el pacto alcanzado con Erdogan de abordar estas cuestiones de manera bilateral.
Kaymakci no cierra la puerta a la entrada de Turquía en la Unión Europea, pero subrayó que una hipotética membresía “no debe ser rehén de la irracionalidad griega y grecochipriota”, así como “de las demandas maximalistas” de estos.
“Turquía no chantajea a la UE con su acuerdo migratorio”
Por otro lado, Kaymakci rechazó a quienes consideran con sus declaraciones que Turquía no esté haciendo lo suficiente en materia migratoria y reprochó que la Unión Europea no esté cumpliendo con su parte del acuerdo. “Teníamos un trato con la UE, pero no ha cumplido plenamente sus promesas”, aseguró.
“Así que los tres propuestos de más de seis mil millones de euros no se han gastado en su totalidad. Solo cuatro mil 200 millones de euros se han gastado hasta ahora y también se suponía que la UE sacaría personas voluntariamente de Turquía y no ha puesto en práctica este plan, ni tampoco ha colaborado como dijo para crear mejores condiciones de vida en el norte de Siria”, reprochó.
“A día de hoy albergamos a 3.8 millones de sirios. Tenemos 4.3 millones de personas que hospedamos en Turquía, en su mayoría de Siria y de otros países asiáticos, como Afganistán. Ahora también tenemos alrededor de seis millones de ucranianos”, señaló.
Ante quienes opinan que Turquía estaría chantajeando a la UE a través del pacto migratorio que firmaron, Kaymakci tiene claro que si eso fuera así, “el resto de Europa no sobreviviría”.
“Si hubiera chantaje, no tendríamos a toda esta gente en nuestro propio país. Hemos dejado entrar a estas personas porque estaban desesperadas, porque escapaban de la guerra. No conseguimos que estas personas obtuvieran financiación de la UE”, la cual, “es muy limitada en comparación con lo que nos ha costado”.
“Esto no es una cuestión de chantaje, pero desafortunadamente, algunos de los países de la UE no se dan cuenta. Es muy grande la carga que tenemos sobre nuestros hombros”, subrayó el viceministro turco, quien mencionó a Bielorrusia como uno de esos países que sí estaría haciendo chantaje utilizando la inmigración.
“Bielorrusia chantajeó al resto de Europa. Intentan llevar gente a las fronteras para chantajear a la UE. Si hubiéramos hecho esto, no creo que el resto de Europa hubiera resistido porque estamos hablando de millones de personas”, aseguró.
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