La colusión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su partido Morena, con el Cártel de Sinaloa, comandado por “Los Chapitos” e Ismael “El Mayo” Zambada, es una realidad, de acuerdo con la periodista de investigación Anabel Hernández.
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En su más reciente trabajo publicado en el medio alemán DW, Hernández apuntó que representantes de su partido negociaron con “Los Chapitos”, una facción comandada por Iván Archivaldo Guzmán “El Chapito”, para concretar el apoyo de la organización criminal hacia su contendiente a la gubernatura del estado de Sinaloa en 2021.
La visita de AMLO al “triángulo dorado” de la droga, que se ubica en los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, y los señalamientos de Porfirio Muñoz Ledo y Francisco Labastida han reforzado la presunta relación entre López Obrador y el cártel del crimen organizado más poderoso del país.
“La condición de “Los Chapitos” y sus tíos para ayudar a Morena fue que se frenara cualquier persecución y órdenes de captura con fines de extradición”, expresó Anabel Hernández en su trabajo ‘El “narcopacto electoral’ entre los hijos y hermanos de ‘El Chapo’ con Morena.
Al respecto, la periodista reveló que se han llevado a cabo reuniones clave en la casa de la madre de “El Chapo”, Consuelo Loera, en La Tuna, Badiraguato, para celebrar acuerdos entre la familia del narcotraficante y funcionarios de Morena.
De acuerdo con Anabel Hernández, la información que posee proviene de fuentes que han tenido contacto directo con los hechos y le han narrado las negociaciones que ha entablado el Ejecutivo, quien ha ‘coqueteado’ con el narco desde el 2006, según la periodista.
“Existe la sospecha de que el narcotráfico ha penetrado y operado en el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador desde su primera campaña presidencial, en el año 2006, cuando fue candidato de la alianza PRD-PT-Convergencia”, dijo sobre la relación con la entonces Federación, que agrupaba al Cártel de Sinaloa, Cártel de Juárez y Los Beltrán Leyva.
Al establecer una comparación entre el gobierno de Felipe Calderón, que emprendió una guerra en contra del narcotráfico, y el de AMLO, es que López Obrador aparenta ser un “buen samaritano”, a cambio de ayuda para obtener control territorial en el país, recalcó.
“AMLO, ingeniosamente, a diferencia de sus antecesores, ha disfrazado los pactos con el narcotráfico bajo el manto propagandístico del ‘buen samaritano’”, indicó.
