La Fiscalía General de la República (FGR), informó que el caso del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, se han obtenido órdenes de aprehensión en diversas carpetas y procesos en su contra.
La primera, por los delitos de uso indebido de atribuciones y facultades, y asociación delictuosa, relacionado con el caso conocido como ‘Caso “Ceferesos”'; la segunda, por enriquecimiento ilícito; y la tercera, por introducción ilegal de armamento, relacionada con el ‘Caso “Rápido y Furioso”'.
Te puede interesar: AMLO pide revelar audios donde García Luna intenta acallar a periodistas y manipular testigos
Hasta el momento se ha informado que se encuentran diversas investigaciones en trámite de las que se espera el cumplimiento de solicitudes de asistencia jurídica internacional, frente a los Estados Unidos. Conforme las diligencias pendientes puedan darse a conocer en versión pública, se hará de inmediato.
¿Cuáles son los casos en los que se involucran a Genaro García Luna?
- Ceferesos
A García Luna se le involucra en el caso Ceferesos por su presunta participación en la adjudicación directa de ocho contratos con las empresas: ICA, Prodemex, Arendal, Homex, Tradeco y GIA. Dichas empresas dedicadas al ramo de la construcción y la administración se encargaron de realizar ocho centros penitenciarios federales durante la administración del expresidente Felipe Calderón.
En total, las empresas obtenían un total de 199 millones 476 mil pesos, durante 22 años que duró el contrato, que llegaría a su fin en 2023. Con información de la Fiscalía, la investigación en 2021 implicó a García Luna por los delitos de daño patrimonial al Estado mexicano, administración fraudulenta y fraude genérico, relacionados con este caso.
Puedes ver: El mejor regalo para este día del padre está en Sanborns
- Rápido y furioso
El caso Rápido y Furioso fue un operativo fallido, implementado entre el 2006 y 2011 por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos y el gobierno de México, que inició en 2009 y en 2011 se convirtió en un escándalo mediático tras el asesinato de un agente estadunidense en territorio mexicano.
El operativo secreto consistía en distribuir más de 2 mil armas en México que contenían chips de localización para venderlas a miembros del crimen organizado y poder rastrearlas con fines de investigación. A García Luna se le acusa de enriquecimiento ilícito e introducción ilegal de armamento, relacionado con este operativo.
