El principio de “Cha Cha Real Smooth” puede resultar algo familiar.
La segunda película del cineasta Cooper Raiff trata sobre un joven de 22 años que regresa a la casa de su infancia en los suburbios de Nueva Jersey el verano después de graduarse de la universidad y desarrolla una relación complicada con una joven mamá. Desde que Benjamin Braddock volvió a su casa de la infancia en “The Graduate” ("El graduado"), la deriva postgraduación ha sido un recurso infinitamente renovable para jóvenes cineastas en busca de inspiración.
La segunda película del cineasta Cooper Raiff trata de un joven de 22 años que regresa a su casa de la infancia en un suburbio de Nueva Jersey en el verano después de su graduación de universidad y desarrolla una relación complicada con una joven mamá. Desde que Benjamin Braddock volvió a su casa de la infancia en “The Graduate” (“El graduado”), la deriva postgraduación ha sido una fuente inagotable para los jóvenes cineastas que buscan inspiración.
Pero ese no fue el caso para “Cha Cha Real Smooth”, actualmente disponible en Apple TV+. El tema de la crisis postuniversitaria no era parte de la idea inicial.
“La idea central original de la película era este vínculo profundo, enorme, tácito y eterno entre una madre y su hija discapacitada”, dijo Raiff.
Raiff tiene una hermana menor que nació con holoprosencefalia, una malformación congénita que lleva a un desarrollo anormal del cerebro. En el caso de su hermana Andrea, su cerebro no se dividió en dos hemisferios y como resultado no puede caminar o hablar, dijo Raiff.
“Alguna vez mi mamá me dijo algo así como ‘mi vida estará definida siempre por los estados de Andrea’”, dijo Raiff. “Me llegó directo. No supe qué hacer más que escribirlo”.
Comenzó por escribir algunas escenas, pero se dio cuenta en algún momento de que estaba escribiendo una relación, no una película. Así que incluyó una versión de sí mismo, el graduado Andrew, y encontró una razón por la que entraría en contacto con esa madre, Domino (Dakota Johnson, quien también produjo la película), y su hija adolescente, Lola. Andrew es eventualmente contratado como animador de bar mitzvás.
“En un principio, escribí la película sobre mi hermana. Honestamente, en un mundo perfecto, la habría tenido actuando en ella”, dijo.
Pero agregó entre risas que “ella hubiera estado viendo a la cámara todo el tiempo”.
Así que, inspirado por algunos amigos de la escuela de su hermana, decidió que Lola tuviera autismo. Y supo que el personaje no podría cobrar vida hasta que encontrara a la actriz correcta.
Tras un casting a nivel nacional, encontraron a Vanessa Burghardt, una chica de Nueva Jersey que actuaba en producciones locales de teatro y que tiene autismo. Había hecho audiciones pero no había conseguido papeles en cine. Burghardt dijo que trató de controlar sus expectativas cuando surgió la oportunidad de hacer la prueba para “Cha Cha”.
“En verdad quería hacerlo bien, pero descubrí que, si me emocionaba demasiado pronto, nada bueno iba a pasar”, dijo Burghardt. “Traté de actuar como si no me importara, pero en realidad sí me importaba”.
Cuando vieron su video de la audición, Johnson dijo: “Era obvio... Es tan agradable de ver y es una actriz tan inteligente”.
Raiff dijo que la escena que leyó con su madre lo tenía en lágrimas.
“Ella es el corazón de la película”, dijo. “Cuando vi su video, sabía que quería que la película se tratara de eso”.
Antes de elegir a Lola, los productores de la cinta, en la que también actúa el méxico-estadounidense Raúl Castillo, habían reclutado a consultores de la organización sin fines de lucro RespectAbility para guiarlos en su trabajo con una actriz con una discapacidad. Esto hizo que Raiff se erizara un poco al principio, pero resultó ser un recurso útil.
Johnson, en su papel de productora y principal compañera de escena de Burghardt, se reunió con Burghardt vía Zoom para ayudarla a prepararse para lo que estaba por venir.
“Repasamos literalmente cada paso de lo que se hace en un día en el set, cómo podría ser o cómo sería para Vanessa, los tiempos, las locaciones y la gente”, dijo Johnson. “(Ella) fue toda una profesional desde el primer día. Era una locura”.
El personaje de Lola encajó fácilmente con Burghardt.
“No sentí que necesitara romperme la cabeza con ella”, dijo Burghardt. “No sentí que necesitara pensar tanto sobre matices sociales y todas esas cosas porque ella está dentro del espectro. Nunca sentí que debía que cuestionarme y cuestionar mis habilidades para interpretarla”.
Sin embargo, Raiff tiene muy claro que, a pesar de que ambas comparten la misma discapacidad, Burghardt a fin de cuentas estaba interpretando un personaje.
“Solamente pido a Dios que no solo obtenga muchas audiciones, sino que también la tomen en serio para personajes que no son autistas”, dijo Raiff. “Sé que lo haría extremadamente bien”.
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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr