CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las producciones de ciencia ficción suelen desarrollarse en países angloparlantes, pero ¿qué pasaría si los extraterrestres llegaran a Latinoamérica, a un país como México? Esta es la interrogante que busca responder “El refugio”.
La miniserie de seis capítulos, filmada en Chile y producida por los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, debuta el jueves en el servicio de streaming Pantaya para Estados Unidos y en Starzplay para Latinoamérica. Sigue a una familia que observa desde celulares y la televisión en su finca como se va saliendo todo de control por la llegada de estos entes al planeta.
“Sí es ciencia ficción, pero con un tono de suspenso maravillosamente bien manejado en todo momento”, dijo Ana Claudia Talancón en entrevista reciente por videollamada.
La actriz mexicana interpreta a Victoria, la madre de esta familia que está separada del padre de sus hijos, aunque ambos mantienen una relación cordial.
Victoria tiene hijos de diferentes edades: Sofía, una adolescente generación Z; Diego, un niño muy hábil para las matemáticas, y Emilia, la más pequeña y quizá la más sensible a los fenómenos paranormales que también comienzan a suceder cerca de la finca.
“Desde que me propusieron el proyecto me enamoró la fuerza de esta matriarca en su familia, de cómo ella guía a su familia con amor para salir adelante”, dijo Talancón desde la Ciudad de México. “Es una leona a la hora de proteger”.
Sobre la familia pesa la muerte de Daniela, la hija mayor, ocurrida dos años antes de la invasión extraterrestre. Esto hace que de golpe Sofía asuma su nuevo rol como hermana mayor.
“Al principio la historia es mucho tormento emocional para Sofía”, dijo la actriz mexicana Camila Valero, quien la interpreta. “Pero luego, con esta amenaza que es mayor para todos, completamente sobrenatural, se ve obligada a sobrevivir y también se ve obligada a unirse a su familia... y hacer un frente en contra de todo lo que está pasando”.
Valero y Talancón habían compartido créditos en la película “Perfectos desconocidos”, por lo que fue un gusto reencontrarse en esta producción. Pero algo que sorprendió a Talancón fue la disciplina de Diego Escalona e Isabella Arroyo, quienes interpretan a Diego y Emilia, respectivamente.
“Son los mejores niños actores con los que he trabajado en mi vida”, dijo. “No tienes idea del profesionalismo, cómo llegaban con el texto perfectamente bien aprendido”.
Escalona y Arroyo ya habían actuado antes de la serie.
“Sí, yo gracias a Dios sí he trabajado mucho”, dijo Arroyo, actriz de “Todo va a estar bien” e “Idilio”.
Escalona, en tanto, señaló que comenzó a actuar a los 3 años.
“Es algo que a mí me gustó mucho y pues todo empezó por mi hermano que también es actor”, señaló el joven, cuyos créditos incluyen “Corazón indomable” y “La suerte de Loli”.
Para “El refugio”, los menores viajaron con sus madres y hermanos a Chile y lograron continuar sus estudios a distancia, aunque también tuvieron la oportunidad de pasar un buen rato.
“Jugábamos, cantábamos, tratábamos de buscar la manera de como divertirnos”, dijo Escalona.
Otra integrante del elenco que viajó con su familia a Chile fue la actriz mexicana Zuria Vega, quien interpreta a Paula, una viajera misteriosa que conoce a Victoria en el camino y después llega a la finca. En su caso, llevó a su hija de entonces 4 años y a su hijo de 2, además de contar con su esposo, el actor cubano Alberto Guerra, como compañero de elenco: Guerra interpreta a Damián, el exesposo de Victoria.
“Los niños (actores) iban a jugar a mi casa con mis hijos... lo más bonito de esta profesión es ir haciendo amigos, amigas y familias”, dijo Vega.
Algo en lo que coinciden todos es el frío extremo al que se enfrentaron en Pirque, a las afueras de Santiago, en el invierno chileno, mucho más severo del que están acostumbrados en México.
“Fue una experiencia que nos llevó físicamente muy al límite, fue un rodaje muy cansado físicamente”, dijo Vega. “Creo que hay ficciones en donde le viene bien al proyecto este estado de ánimo que provoca el cansancio, el (rodaje) nocturno, el frío, y este es el caso porque te pone como en un modo de supervivencia que ayuda a la ficción”.
Aunado al clima, llegaron a un Chile apagado por la pandemia de coronavirus.
“Chile declaró que sus fronteras estaban cerradas”, recordó Talancón. “Había toque de queda, no podíamos salir a ningún lado, tuvimos que estar encerrados primero en un hotel... Después nos pasaron a un departamento, bajo estas temperaturas extremas”.
Pero gracias a la dirección de Pablo Fendrik y al buen equipo lograron internarse en el misterio de la historia.