Bitcoin, la principal criptomoneda mundial, sigue siendo una señal de alarma para el sector. Aunque alcanzó un máximo histórico de más de 68 mil dólares en noviembre de 2021, recientemente ha pasado por momentos duros, ya que su valor cayó más del 70% y se ha llegado a cotizar en 18 mil dólares; lo cual pone en estrés financiero al mercado global de las criptodivisas.
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Sin embargo, a pesar de este gris panorama, los inversores insisten en que las criptomonedas tendrán un futuro prometedor para la economía global.
“Invertir en criptomonedas es como subirse a una montaña rusa con grandes apreciaciones seguidas de repentinas caídas. La volatilidad es endémica, las burbujas y los desplomes son habituales, y hay opiniones divididas sobre los beneficios medioambientales, éticos y sociales”, explican Andrew Urquhart, profesor de Finanzas y Tecnología Financiera de la Universidad de Reading y Brian Lucey, profesor de Finanzas Internacionales y Materias Primas del Trinity College, en Dublín. " La gran corrección de este mercado ha puesto a prueba la voluntad incluso del más ávido criptoentusiasta. Abróchese el cinturón porque esta historia aún no ha terminado”, añaden en un artículo publicado en el sitio The Conversation.
Los bitcoiners decididos siempre pueden encontrar señales positivas en el mercado y muchos utilizan las métricas de cadena (señales de comercio basadas en datos obtenidos de las transacciones públicas de la cadena de bloques) para determinar los buenos momentos para comprar. Recientemente, las métricas más populares, como la relación entre el valor de mercado y el valor realizado (MVRV, una relación que muestra los precios actuales frente a los precios medios de las monedas), sugieren que el bitcoin está a punto de iniciar un periodo de acumulación basado en la historia pasada. Por otro lado, esto puede ser un indicio del sesgo de confirmación, ya que los inversores buscan señales que confirmen sus creencias.
“Sin embargo, los economistas han estudiado las burbujas durante siglos, y la evidencia muestra que muchos activos nunca recuperan los máximos de precios nominales después de que la burbuja del mercado estalle. Algunos economistas, como el ex secretario de Trabajo de EU, Robert Reich, han equiparado las criptomonedas a esquemas Ponzi que, a menos que se regulen, seguirán el camino de todos esos esquemas y acabarán colapsando”, añade Urquhart y Lucey.
Pero el futuro aún luce sombrío. Las criptomonedas también se enfrentan a problemas relacionados con el uso de la energía, la privacidad y la seguridad. No está claro si estos problemas pueden resolverse sin erosionar los elementos que hicieron populares a las criptodivisas en primer lugar.
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“El Bitcoin estaba bastante desconectado de los mercados financieros tradicionales en sus inicios. Pero cuando se convirtió en “un activo más”, el sector empezó a verse afectado por los mismos factores macroeconómicos que influyen en los mercados tradicionales. La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir los tipos de interés un 0.75% en junio para combatir la creciente inflación, la guerra en curso en Ucrania y la posterior subida del precio del petróleo han actuado como un lastre para las criptomonedas en los últimos meses. Las medidas para regular el sector también han tenido un impacto”, concluyen los especialistas.
Luna, un antes y después en la era de las criptomonedas
La crisis de las criptomonedas de este 2022 inició con la caída de Terra (LUNA), que -de la noche a la mañana- cayó 98% en mayo pasado. Terra, que se ubicó entre las 10 criptomonedas más valiosas, cayó por debajo de un dólar, luego de haber alcanzado hasta 140 dólares en 2021.
Para Luis Enrique Vázquez, profesor de Derecho del Tec de Monterrey y abogado especialista en temas de ciberseguridad, este caso demuestra que los riesgos que existen en el mundo de las criptomonedas.
“La gente estaba convencida y los convencía el desconocimiento de un montón de cosas que se hacían. Fue atípica la caída, tan repentina y tan estrepitosa que podría indicar que existe un scam. Hay mucha gente en el mundo, por lo menos unas 10 personas según reportes de medios, que literalmente se suicidaron por perder todo lo que tenían”, comenta Vázquez.
“Esto fue algo gigantesco. Hay una estadística que en 2008, cuando fue la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, el monto del dinero que se perdió fueron 1.7 trillones de dólares. Fue un escándalo y quebraron bancos y a todo el mundo nos dio una pulmonía económica muy espectacular. Con la crisis de Luna se borraron poco más de dos trillones de dólares. Es decir, fue más dinero que desapareció. Nadie lo tiene o no se sabe dónde quedó”, concluye Vázquez.
3 PREGUNTAS CON
Luis Enrique Vázquez, profesor de Derecho del Tec de Monterrey y abogado especialista en temas de ciberseguridad.
¿El resto de las criptomonedas pueden tener un destino similar a Luna en la actual crisis?
Por poner un número, si existen 5 mil monedas en el mercado, de esas, quizás solamente 100 son las confiables. Es decir, las que tienen un proyecto, objetivo, donde hay un equipo y que están haciendo las cosas bien. Digamos que tienes un cierto parámetro de que no se va a ir a cero, o sea, de que no es un fraude. Pero eso fue lo delicado de Luna, que realmente en transaccionalidad, en el valor del dinero total que tenían del mercado, estaban en el top 10. Es decir, era una moneda gigantesca y muchísima gente tenía muchísimo dinero, respaldados en que había mecanismos súper extremos y muy complicados.
Lo que pasó fue que alguien que tenía el 50% del dinero que estaba ahí guardado lo retiró, entonces, quebró el banco porque no tenían suficiente liquidez. Más gente pidió lo mismo y los grandísimos inversores creyeron que iba a caer la criptomoneda porque se empezó a mover la paridad del precio. Todo el mundo quiso sacar su dinero y ese fue el problema. Ahí fue donde se cayó, porque creó pánico.
Independientemente de si fue un fraude no fue un fraude, sí hubo pánico. La gente quiso sacar el dinero y no pudo porque no había dinero para pagarles a todos y su valor se fue a 0.0001; es decir, no valía más que centavos de centavos de centavos de peso mexicano, ni siquiera de dólares.
Algunos, que no quieren creer que fue un fraude y creen en las teorías de conspiración, piensan que fueron los grandes inversionistas del mundo, las manos financieras que mueven la cuna, quienes estaban detrás.
De una caída tan estrepitosa como la de Luna, ¿se puede recuperar?
Es imposible. No me gusta decirlo, pero sí es extremadamente difícil. El inventor Do Kwon tomó acciones, pero todo fracasó. Cuando se dio la caída, en ese momento intentaron salvarla y le empezaron a inyectarle recursos. Estamos hablando de que en ese momento, además del dinero que perdió la gente, la misma fundación aparentemente perdió cerca de 40 mil millones de dólares. Se perdieron cifras astronómicas, no nada más por la gente sino por dinero institucional. Fue un suceso muy fuerte.
Aquí en México están desde los que lo vieron con gracia, hasta los que perdieron la casa o todo. Se sentían muy afectados porque habían perdido mucho dinero. Mucha gente, erróneamente y por desconocimiento, tenían prácticamente sus ahorros ahí guardados y los perdieron. Fue un shock espectacular.
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Es un tema sustancialmente diferente porque las criptomonedas tienen una visión totalmente opuesta a la estructura gubernamental.
En sentido estricto, el dinero central está controlado por el gobierno y la propuesta de las criptomonedas es lo contrario. Cuando empezó esta propuesta de las monedas que emiten los bancos centrales, pues, si me dieras a elegir, en esas nunca me metería porque -y creo que todos lo sabemos- el Gobierno tiene acceso a los estados de cuenta bancarios y cuando quieran revisar, sabemos que puede pasar. Probablemente tengan incluso mecanismos para estar recibiendo alertas, pero lo delicado con sus monedas es que, como son emitidas por el mismo banco central, literalmente van a tener acceso absolutamente todo lo que hagamos. Eso se puede prestar a muchas ideas como muy negativas del uso del Big Data que se arroje de la transaccionalidad de las personas. Volvemos al Big Brother y ya nada te puede hacer sentir seguro, tranquilo, alejado, porque todo saben.
“3 puntos claves que todos debemos de saber sobre las criptomonedas”, por Luis Enrique Vázquez, Tec de Monterrey.
- Tener muy claro que es algo de riesgo. Tomando el caso de Luna, como ejemplo, por más que seas muy experimentado, existe un riesgo. Hay un término que se llama “‘Fear of Being Left Out” (el miedo a quedarte fuera) y mucha gente, por eso, entra a las criptomonedas sin tener la más remota idea, sin nada de conocimiento de trasfondo. Ahí es donde se generan los problemas.
- Desconfía. A quien te prometa rendimientos espectaculares como “vas a ganar el 1,000% o el 32,000%” (que son cifras que, aunque parezca fantástico, sí se ven en el mercado), pues obviamente ahí el riesgo es de 99.99%. Obviamente es muy probable que vas a perder tu dinero. Lo mismo que aplica a las ofertas: no todo lo que brilla es oro.
- Acepta el riesgo y mete lo que no necesites. Si vas a invertir, no te vayas a lo más espectacular y brillante. Y una de dos: o te informas (es decir, o haces la tarea de estudiar y comprender bien lo que está pasando) o te apoyas en alguien que sí haya hecho esa tarea. Si tú no estás dispuesto a hacer la tarea -que es muchísima- yo recomendaría eso.