La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene una cita este martes 28 de junio al celebrar una nueva cumbre, después de las turbulencias suscitadas por la invasión de Rusia a Ucrania y la exigencia de integración de algunos países al bloque Atlántico a fin de evitar la repetición del caso ucraniano.
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Para revertir las amenazas de potencias como China o Rusia, la Alianza Atlántica plantea un incremento del gasto en defensa y un aumento de las bases militares que podrían instalarse en zonas clave, por lo que dichas previsiones del Nuevo Concepto Estratégico de la Organización han despertado una ola de protestas en Madrid, ciudad donde habrá un despliegue de seguridad sin precedentes para el evento.
Al respecto, la pandemia de Covid-19 supuso un golpe para la OTAN en el destino del Producto Interno Bruto (PIB) de sus países miembros al gasto militar, el cual se comprometió en 2% para el 2024 y ninguno de ellos o algunos de sus aliados han logrado completarlo.
En este sentido, el bloque de 30 países y diferentes naciones aliadas busca inaugurar una nueva etapa para “preservar la paz”, según las palabras de su secretario general, Jens Stoltenberg, después de su ‘renacimiento’ por la guerra en Ucrania y la vulnerabilidad a la que podrían verse expuestos países con menor poderío económico o militar.
Atrás quedó la etapa en que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, describió al bloque durante un periodo de ‘muerte cerebral’, en declaraciones al semanario británico The Economist, pues ahora se intenta robustecer a una organización a la que Vladimir Putin le habría dado aliento en su misión para “desnazificar” Ucrania.
Entre gala, reyes y un amplio dispositivo de seguridad
Madrid albergará por segunda vez la cumbre, después del encuentro organizado en 1997, que los Reyes presidirán con una cena en el Palacio Real el 28 de junio, a la que acudirá la plana de invitados y jefes de Estado en el primer día de la reunión.
Según información de Europa Press, después del segundo día de actividades, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ofrecerá una comida en el Museo del Prado, en la que se espera acudan los primeros ministros y presidentes de los 30 países miembros, así como otras naciones aliadas como Suecia, Finlandia, Irlanda, Austria y Malta.
Por su parte, alrededor de 10 mil agentes de policía se encargarán de la seguridad, en un evento en el que se prevé la visita de al menos cinco mil personas de las delegaciones de visitantes, según estima el gobierno español.
Invitados especiales, los aspirantes a la OTAN
Se espera que el encuentro se convierta en una plataforma para el ingreso de naciones que han pugnado por ser incluidos a lo largo de las últimas semanas, tal es el caso de Suecia y Finlandia; sin embargo, otras naciones de la Unión Europea--Irlanda o Austria- y de Asia--Japón y Corea del Sur--apuntalan el bloque que compite frente al gobierno de Vladimir Putin o Xi Jinping.
Su asistencia no significa su deseo de integrarse, sino incluirse como aliados en medio de un mundo multipolar, en el que el poderío militar o económico no es exclusivo de una o dos naciones.
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Gastan millones de euros para llegar a acuerdos
La organización de la cumbre de la OTAN en Madrid prevé un gasto aproximado de 30 millones de euros, aunque, si no es suficiente, podría incrementarse gracias a una partida especial del gobierno de Pedro Sánchez.
El encargado de la política en España busca, a su vez, proyectar su liderazgo al interior de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica, cuando su partido y popularidad han caído dentro del país.
Zelenski, el ‘héroe’ que todos quieren ver
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien ha sido elevado como una figura importante en Occidente, podría darse cita, pues fue formalmente invitado tras sus pedidos de anexión de Ucrania y ayuda militar para combatir a las tropas rusas.
No obstante, su asistencia no está confirmada y los recientes ataques a Kiev podrían complicar su salida con rumbo a territorio español.
Protestas en contra de la cumbre de la OTAN
Miles de manifestantes se han dado cita en las calles de Madrid y usuarios de redes sociales han expresado su desencanto por los objetivos del bloque de países de Occidente, quienes pugnan por una salida a los conflictos gracias a una mayor inversión en armas y despliegue de tropas.
Algunos colectivos atribuyen faltas al derecho internacional y reclaman por la desmilitarización de los países de la organización, es decir, un vuelvo a su forma de operar.
