MADRID (AP) — El presidente del gobierno español defendió la forma en la que las policías de Marruecos y España repelieron a los migrantes que intentaron cruzar la frontera entre las dos naciones en el enclave de Melilla, en el norte de África, la semana pasada, y describió el incidente que dejó al menos 23 muertos como “un ataque” a las fronteras del país.
“Hay que recordar que muchos de estos migrantes atacaron las fronteras de España con hachas y garfios", afirmó Pedro Sánchez durante una entrevista con The Associated Press el lunes. “Estamos hablando de un intento de asalto a la valla que evidentemente se hizo de forma agresiva y para lo cual tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como también la gendarmería marroquí, lo que hicieron fue defender las fronteras en España”.
Las autoridades marroquíes han atribuido las muertes a la "estampida" que se formó a primera hora del viernes, cuando cientos de personas trataron de escalar o saltar la doble cerca fronteriza de metal de 12 metros (29 pies) de altura.
La valla rodea Melilla, una ciudad de 85.000 habitantes, separada del territorio continental español por el Estrecho de Gibraltar.
Las ONGs que trabajan en el norte de África y las organizaciones de derechos humanos han criticado el trato que recibieron los migrantes por parte de la policía a ambos lados de la frontera. Pero también han culpado a las autoridades españolas y de la Unión Europea por haber externalizado los controles fronterizos a Marruecos y a otras naciones.
Sánchez, cuya coalición de gobierno de centroizquierda está tratando de mejorar la relación con Marruecos tras una agria disputa diplomática por el Sáhara Occidental, se ha negado a criticar el operativo.
En una entrevista desde el Palacio de La Moncloa, ubicado a las afueras de Madrid y que alberga sus oficinas y residencia oficial, el mandatario expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos. Pero culpó de la tragedia a las bandas organizadas internacionales "que se lucran con el sufrimiento de seres humanos que lo único que buscan es una vida mejor”.
“E, insisto, estas mafias internacionales que dañan no solamente la integridad territorial, en este caso de España, sino también que están dañando a un país que está sufriendo esa migración irregular, como es Marruecos”, afirmó.
Sánchez habló con la AP en vísperas de recibir a los líderes de la OTAN en una cumbre que busca redibujar la estrategia de defensa de la Alianza para la próxima década. Aunque la invasión rusa de Ucrania protagonizará la reunión del miércoles y el jueves en la capital de España, el grupo debatirá también su postura sobre África, donde la presencia de mercenarios rusos se suman a las preocupaciones sobre la inmigración, el extremismo y el impacto de la pobreza y el cambio climático.
Las imágenes publicadas en redes sociales muestran a un gran número de migrantes acercándose a una sección de la cerca y comenzando a escalarla. Parte de ellos arrojaron piedras a los agentes antimotines marroquíes que trataban de frenarlos. En un momento dado, la valla cede, tirando a muchos de los migrantes al piso desde varios metros de altura.
En al menos un video, publicado por el diario español online eldiario.es, se puede ver a los agentes españoles escoltando a los migrantes de vuelta al lado marroquí, una práctica que, según los activistas de derechos humanos, niega el derecho de los refugiados a solicitar asilo en suelo europeo.
Más grabaciones y videos macabros que circulan por internet parecen mostrar las secuelas del intento de cruce, con decenas de jóvenes, algunos de ellos inmóviles y otros que apenas se movían y sangraban, vigilados por las fuerzas de seguridad marroquíes.
Al menos 76 civiles y 140 agentes de seguridad del lado marroquí, y 60 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil españolas, resultaron heridos, según sus respectivos gobiernos. Un pequeño grupo de hombres africanos que lograron cruzar fueron llevados a un centro de migrantes en Melilla.
Moussa Faki Mahamat, presidente de la Unión Africana, ha pedido una investigación de las muertes. En un tuit, Mahamat dijo que quería “expresar mi profunda consternación y preocupación por el trato violento y degradante a los migrantes africanos”, agregando que todos los países tienen “la obligaciones, en virtud del derecho internacional, de tratar a todos los migrantes con dignidad y priorizar su seguridad y los derechos humanos, evitando hacer un uso excesivo de la fuerza”.
Aunque las autoridades marroquíes sitúan la cifra oficial de fallecidos en 23 personas, además de las decenas de heridos entre migrantes y guardas fronterizos, los activistas dicen que el número es mayor y denuncian la política de la Unión Europa de forjar acuerdos con Marruecos y otros estados como Turquía para controlar los flujos migratorios.
Un grupo de 51 organizaciones de derechos humanitarios dijo el lunes en un comunicado conjunto distribuido por la ONG española Caminando Fronteras, que los decesos “son el símbolo trágico de las políticas europeas de externalización de las fronteras de la Unión Europea, con la complicidad de un país del sur, Marruecos”.
“La muerte de estos jóvenes africanos en las fronteras de la ‘Fortaleza Europa’ nos alerta sobre el carácter mortífero de la cooperación en materia de seguridad sobre la migración entre Marruecos y España”, agregó la nota.
Las autoridades españolas en Melilla, por su parte, están aprovechando el último intento de cruce masivo para hacer un llamado reclamando más garantías en su seguridad territorial. El año pasado, cuando las relaciones entre Madrid y Rabat se deterioraron, la guardia fronteriza marroquí dejó entrar a miles de personas en unas pocas horas a Ceuta, el otro enclave español en el norte de África.
Desde entonces, los medios españoles han debatido sobre si la OTAN ayudaría a España si peligrase su control sobre Ceuta y Melilla.
“Melilla es frontera de Europa y por eso Europa tiene que mirar a su frontera sur”, dijo Eduardo de Castro, presidente de la ciudad, el lunes.