El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este sábado a un grupo de gobernadores estatales del Partido Demócrata que la batalla por el derecho al aborto todavía “no ha terminado” y que tiene intención de hacer todo lo posible para integrarlo en la legislación del país revocando si hace falta la regla del filibustero, principal herramienta de la conservadora oposición republicana para anular el proceso en el Congreso de EU.
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Para ello, el presidente resaltó la importancia de las elecciones legislativas de noviembre, donde los demócratas necesitarían la mayoría en la Cámara de Representantes y al menos dos votos más de los 48 que tienen en el Senado para intentar eliminar esa regla.
Los demócratas tienen 50 escaños pero sus senadores por Virginia Occidental, Joe Manchin, y Arizona, Kyrsten Sinema, dijeron que se oponen a este cambio. ”O elegimos senadores y representantes federales para codificar el derecho al aborto en la legislación, o los republicanos intentarán prohibir los abortos en todo el país. A escala nacional”, mencionó el presidente.
Biden aseguró que comparte “la indignación pública” tras la decisión adoptada la semana pasada por el Tribunal Supremo de revocar la sentencia Roe v Wade -- la anulación efectiva del aborto como derecho constitucional -- por orden de una corte “extremista” que parece “empeñada en hacer retroceder a América”.
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La Casa Blanca anunció dos medidas de contención inmediata en forma de garantías legales para que los estados que prohíben el aborto no impidan a las mujeres el viaje a otros estados para suspender el embarazo ni prohíban el acceso a medicamentos ya aprobados por la administración pública.
“Hay mucho en juego”, añadió Biden durante una conversación en la que prometió a los gobernadores demócratas que la Casa Blanca mantendrá el contacto con ellos para ir planeando nuevas estrategias.