La caza de emergencias por ambulancias “patito” representa un peligro para los heridos que tienen la necesidad de un traslados o atención prehospitalaria, e incluso puede tener consecuencias mortales. Desde febrero, las autoridades de la Ciudad de México publicaron un nuevo reglamento para el uso de vehículos como ambulancia. No obstante, a más de 100 días de su publicación, estos vehículos y sus tripulantes están implicados en actividades ilícitas.
José Antonio Venta, subcoordinador estatal de socorros de la Cruz Roja Ciudad de México, señaló a Publimetro que el uso de este tipo de ambulancias no certificadas es “peligroso en todo sentido”.
”Son ambulancias que no están regularizadas, que no están certificadas, el personal no es apto, no está calificado para dar una atención médica de urgencias. Y dos porque no contienen el equipo que deben de tener, desde ahí pones en peligro tu vida, y si le sumamos que esas ambulancias te cobran el traslado y te llevan a hospitales que ellos tienen convenio porque les dan una lana, pues efectivamente, estamos cayendo en varios riesgos”.
— José Antonio Venta, subcoordinador estatal de socorros de la Cruz Roja Ciudad de México.
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El nuevo reglamento
El 21 de febrero de 2022 se publicó en la Gaceta Oficial de CDMX el Reglamento para los vehículos de uso como ambulancia, así como al personal técnico que presta sus servicios en la materia con un plazo de 90 días para que las unidades cumplieran con los requisitos.
La publicación de dicha regulación fue motivada por la información de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) que vincula al personal de las ambulancias “patito” con Ilícitos como el abandono de personas malheridas en vía pública, excesos de cobro y la falta de canalización a las unidades hospitalarias.
Entre las medidas que señala el nuevo reglamento está que las unidades, y sus trupulantes, necesitan estar inscritas en los Registros de Ambulancias y el de Técnicos en Urgencias Médicas de la Agencia de Protección Sanitaria, así como contar con el equipo y la capacitación necesarios para la atención prehospitalaria.
Sin embargo, en las últimas semanas las ambulancias privadas y sus tripulantes se han visto involucrados en actividades ilícitas como la desaparición y homicidio de Alexis Azamar de Jesús Salomé; o la golpiza que propinaron presuntos paramédicos de la empresa “Grand Ambulances” a policías de la CDMX durante la madrugada del 12 de junio.
Según datos de la Coordinación de Servicios de Salud y de Cuidados Personales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, en la capital se tiene un estimado de 500 ambulancias certificadas en el sector público, y otras 300 de carácter privado, entre las que figuran los vehículos en desuso que son rotulados por particulares para aprovecharse las emergencias, o bien las que simplemente no cuentan con el personal capacitado ni el equipo para atender emergencias.
A diferencia de las ambulancias “patito” que suelen robar frecuencias de las autoridades para arribar primero a los lugares de emergencia, los vehículos de las dependencias oficiales; del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM); del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM); de Protección Civil de las alcaldías y Cruz Roja Mexicana trabajan en coordinación con el 911 y con el C5.
“Hay ambulancias privadas que pueden estar certificadas que no se dedican a la parte de cobertura de emergencias, ¿a qué me refiero a eso? que no tienen una coordinación con el 911, ni con el C5, ahí viene la gran diferencia, nosotros como Cruz Roja somos un poder auxiliar del gobierno con el cual tenemos personal dentro del C5, ahí se captura la llamada, se captura la emergencia y ellos mismos nos despachan a nosotros para la cobertura de emergencias”.
— José Antonio Venta, subcoordinador estatal de socorros de la Cruz Roja Ciudad de México.
El caso de Alexis Azamar
Casos como el de Alexis Azamar, estudiante de 24 años de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien fue recogido el 29 de mayo por una ambulancia privada en el Centro Histórico y apareció sin vida el 4 de junio en el Estado de México, son una muestra de lo riesgos que representan las ambulancias “patito” para la población.
Pasadas las 4:00 horas del 29 de mayo, Alexis fue encontrado con golpes en la intersección de las calles de Misioneros y Regina, en la colonia Centro de la alcaldía Cuauhtémoc. De acuerdo con lo que se ha dado a conocer de las investigaciones, el joven fue recogido por una ambulancia privada de la empresa Medical Life, cuyo personal indicó a la patrulla que halló al joven que lo trasladaría al Hospital Regional General Ignacio Zaragoza del ISSSTE .
Sin embargo, la evidencia señala que Alexis nunca fue llevado al hospital, y tras estar cerca de una semana desaparecido su cuerpo fue encontrado alrededor de las 23:30 horas del 3 de junio en el el municipio de Ixtapaluca, Edomex, con heridas de arma blanca en el cuello y en la espalda.
¿Cómo evitar abusos de ambulancias “patito”?
De acuerdo con el subcoordinador estatal de socorros de Cruz la Roja Ciudad de México, verificar el tipo de ambulancia que atiende una emergencia es fundamental para evitar abusos, cobros excesivos u otros potenciales riesgos.
“Activar el servicio médico a través del 911 y en cuanto llegue la unidad verificar qué tipo de unidad es, si no es Cruz Roja, CRUM o Protección Civil evidentemente es una unidad particular que no tiene por qué estar cubriendo esas emergencias. No todas son de la Cruz Roja, no todas son del ERUM, no todas son del CRUM, verificar los logos y qué nombres trae la ambulancia para verificar que es una unidad enviada directamente por el C5″.
— José Antonio Venta, subcoordinador estatal de socorros de la Cruz Roja Ciudad de México.