Al menos seis reclusos fallecieron el lunes en el interior de la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, en la localidad de Ilama, presuntamente de manera violenta, según informaron medios locales en aquel momento.
Ya este martes, OACNUDH Honduras ha trasladado en su perfil de la red social Twitter su “preocupación por los hechos ocurridos” y ha informado de que los seis presos “fallecieron presuntamente por estrangulamiento”.
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El organismo ha exigido así la puesta en marcha de una investigación que permita dar con los responsables y que incluya también la hipótesis de crimen por prejuicio en razón de orientación sexual, pues al menos uno de los fallecidos era homosexual.
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“La Oficina expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas y reitera el deber del Estado de garantizar la vida e integridad de las personas privadas de libertad”, ha zanjado el organismo de Naciones Unidas.
En la cárcel donde ha ocurrido la masacre se encuentran privados de libertad al menos 90 integrantes de la pandilla 18, conocida por estar vinculada al tráfico de drogas, sicarios, secuestros y extorsiones a comerciantes y operadores de transporte.
