MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente de Angola, Joao Lourenço, afirmó el miércoles que sus homólogos de RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, habían acordado rebajar las tensiones tras unas conversaciones mediadas por Luanda.
"Anuncio con satisfacción que hemos logrado progresos, en la medida en la que hemos acordado un alto el fuego", dijo, antes de agregar que las partes pactaron además la retirada del M23 de las zonas ocupadas por los rebeldes.
Sin embargo, el portavoz del grupo, Willy Ngoma, ha descartado esta posibilidad, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC. "¿Retirarnos para ir a dónde? Somos congoleños. ¿Quieren que vivamos sin país?", se ha preguntado.
Ngoma ha hecho hincapié en que se trata de un problema político que debe ser resuelto por los congoleños. El grupo rebelde ha defendido la "noble y justa causa" de defender los derechos de la población congoleña que habla kiñaruanda.
Tshisekedi advirtió el miércoles del peligro de una guerra con Ruanda si Kigali mantiene "sus provocaciones" y reiteró sus acusaciones contra Ruanda por su presunto apoyo al M23, algo rechazado por Kigali, que insiste en que el grupo está integrado por congoleños.
Por su parte, Kagame dijo el lunes que las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en el país africano-- reciben apoyo del Ejército congoleño, una teoría rechazada por Tshisekedi.
Las relaciones entre RDC y Ruanda han atravesado momentos de crisis desde la llegada masiva al este de RDC de hutus ruandeses acusados de haber masacrado a los tutsis durante el genocidio de Ruanda de 1994. Tras cierta etapa de relajación diplomática, el conflicto volvió a ganar intensidad en mayo, cuando el Gobierno congoleño convocó al embajador ruandés para denunciar el presunto apoyo del país al M23.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.