Economía

Inminente una recesión económica en México al final de 2022

La recesión en la economía mexicana será acompañada por una inflación récord de 8.5%, una tasa de interés histórica del Banxico de 10%, despidos y pobreza

México ya traviesa por un periodo de estanflación –estancamiento económico y alta inflación- y para finales de 2022 la economía caerá en una recesión, que se prolongará durante todo el 2023.

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La firma de inversión global Franklin Templeton advirtió que existe una probabilidad de 70% de que el país entre a una “recisión leve”, que lo llevaría a cuatro trimestres consecutivos con decrecimiento económico.

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El Codirector de Inversiones en Franklin Templeton México, Luis Gonzali, informó a Publimetro que la recesión –definida como dos o más trimestres consecutivos con tasas negativas en el desempeño de la economía- iniciará a finales de 2022, con una duración de hasta un año.

El inicio de la recesión puede ser a finales de este año, y esperamos que sea de poca profundidad, pero un periodo un poco más largo que las anteriores, de entre nueve y 12 meses”, apuntó.

¿Qué tan grave será la recesión?

Sobre la gravedad que implica una “recesión leve” en México, el vicepresidente de Portfolio Manager en Franklin Templeton México, Jorge Marmolejo, explicó que el decrecimiento esperado, durante dicha fase, será “poco profundo”.


Señaló que, aun cuando en este momento es difícil anticipar cuánto retrocederá la economía mexicana, medida a través del Producto Interno Bruto (PIB), es posible afirmar que la próxima “recesión no será tan destructiva” como las de 2008 y 2020.

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“Nuestro escenario central es de una recesión leve, y usamos una la palabra leve a propósito, porque las dos últimas que hemos visto, que fue la de 2020 con el Covid y en 2008 con la crisis hipotecaria en Estados Unidos, nos han hecho creer que una recesión es increíblemente destructiva.

“Más que un número, que es imposible adelantar, creo que debemos ver –su impacto- en relación a las dos últimas recesiones, que fueron muy profundas y muy importantes; y esta es la clase de recesión que no esperamos esta vez”, dijo el especialista.

De la estanflación a una recesión


El profesor emérito del Tecnológico de Monterrey, Raymundo Tenorio Aguilar, señaló que México está estancado desde 2019 y el siguiente nivel en su deterioro –como lo adelantó Franklin Templeton- sería la recesión o decrecimiento de la economía.

El país, subrayó, arrastra cuatro años de estancamiento económico, con una tasa negativa promedio de 0.9% del PIB, que hoy está agravada por altas tasas de inflación –de 7.99% al cierre de junio-, que seguirá aumentando y tendrá picos de 8.5% entre agosto y septiembre.

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Refirió que estos dos últimos elementos configuran el escenario de estanflación; mientras que la recesión sería desatada por el impacto de la espiral inflacionaria y el alza en la tasa de interés del Banco de México, que ya está en 7.75% y que –según los analistas- puede llegar a 9% o 10%, para combatir el alza de precios.

Raymundo Tenorio estimó la economía nacional cerrará el segundo trimestre de este año con un repunte mínimo de 0.9%, cuyo dato oficial será publicado por el Inegi este 29 de julio; en tanto que para el tercer trimestre el PIB tendría su primera tasa negativa.

Apuntó que, aun cuando sus proyecciones apuntan a un repunte del PIB en el cuarto trimestre de 2020, si hay una recesión habría desempleo, recortes de personal, pérdida de ingresos, aumentos nulos del salario y más pobreza en México.

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¿Qué daños causarán la estanflación y la recesión?

La especialista en Administración, Finanzas, Banca y Contabilidad de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Verónica Zepeda Vargas, explicó que la estanflación y la recesión provocarán:

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  • Inflación o alza de precios récord de hasta 8.50% al finalizar 2022.
  • Caída de ingresos y poder de compra en, al menos, el mismo porcentaje que alcance la inflación.
  • Menos consumo de la población y reducción de las ventas para las empresas y negocios.
  • Despidos de personal, desempleo, disminución de la jornada laboral y baja de salarios; causados por la contracción de los ingresos en las empresas.
  • Pérdida de bienestar, cuyo impacto tiende a detonar otros factores como la inseguridad, los suicidios y la deserción escolar.
  • Menos inversión, una eventual contracción en el nivel de producción y, por consiguiente, la pérdida del crecimiento económico.

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