Las ofertas de verano ya entraron a su etapa de mayor descuento, donde las marcas y tiendas más importantes del país ofrecen 30%, 40% y hasta 70% de descuento en ropa, calzado, accesorios, electrónicos, viajes y muebles; además de meses sin intereses.
Te puede interesar: Tarjeta bancaria o departamental, ¿cuál te conviene más?
El problema es que la euforia de por las rebajas de la temporada hacen que siete cada 10 mexicanos caigan en la tentación de las compras por impulso; que se convierten en consumismo y, en muchos casos, en deudas que pueden ahogarte por más de un año, señaló la coach en finanzas, Sandra Huerta.
Explicó que las ofertas del verano son una buena oportunidad de compra; siempre que se trate de productos o servicios necesarios, que vas a utilizar más de tres o cuatro veces en un mes; y que no te obliguen a reducir o dejar de pagar lo básico: alimentos, servicios, renta o adeudos preexistentes.
“El 70% de los consumidores se deja llevar por la emoción de los descuentos sin saber que hay tres requisitos para que una oferta sea verdadera: descuento mínimo de 30%, vida útil del producto superior al plazo de pago y utilidad en las tareas diarias: trabajo, hogar y actividades prioritarias.
“Ahora que el bolsillo está afectado por la inflación, las ofertas de verano pueden aliviar un poco la inflación, porque cuando son reales ofrecen un precio más bajo; pero son un problema cuando pagas con tarjeta sin pensar si puedes pagar o cuando contratas una deuda por más de un año”, apuntó la especialista.
Puedes revisar: ¿Para qué sirven los dispositivos de alimentación ininterrumpida?
¿Qué sí y qué no debes comprar?
La especialista en Marketing, Mónica Arenas Sánchez, refirió que además de identificar ofertas reales, los compradores deben buscar productos con las mejores condiciones de pago, descuentos extra, recompensas en puntos o transferencia de un porcentaje de tu compra en monedero electrónico.
Puntualizó que las personas deben comprar productos o servicios que ofrezcan beneficios adicionales como una rebaja de 20% o 30% que usualmente ofrecen las marcas y accesorios de regalo si se trata de electrónica cómputo o telefonía.
Arenas Sánchez señaló que no se debe comprar aquello “que te comas en unas horas, que implique guardarlo en el closet mientras hay una ocasión especial para estrenarlo y cualquier artículo que no sea compatible con las prendas, equipos y cosas que ya tienes en casa”.
Para lograr tales beneficios, la especialista recomienda:
- Pregunta cuál es el monto mínimo de compra y las tarjetas participantes. Lee las condiciones y la compatibilidad con otras ofertas.
- Consulta si los descuentos, el uso de monederos electrónicos y las mensualidades sin intereses son compatibles. De esta forma podrás adquirir artículos complementarios a tu compra original.
- Combina ofertas y promociones. Por ejemplo: al llevarte una pantalla, puedes aplicar el porcentaje de tu compra que deposita la tienda en el monedero para hacerte de un equipo de audio.
Tips para aprovechar las ofertas
La Condusef y los especialistas en finanzas te recomiendan:
- Antes de comprar pregúntate: ¿lo necesito?, ¿es útil?, ¿lo puedo pagar? o ¿es un impulso? Recuerda que una oferta te proporciona un beneficio o mejora tu calidad de vida. Si no es así, sólo te aporta deudas.
- Fija un porcentaje de tu sueldo para tus compras. Suma tus ingresos del mes y resta los gastos fijos (agua, luz, renta, alimentos, transporte y otros adeudos). El remanente es lo que puedes usar.
- Visita, por lo menos, tres tiendas o portales de Internet antes de consumir. Compara precios y checa que las rebajas sean reales. Revisa que la etiqueta tenga el costo normal y la rebaja; así como el porcentaje del descuento.
- ¿Crédito o efectivo? No hay dinero más caro que el prestado; por ello, entre más rápido liquides, mejor. Pregunta al vendedor si hay rebajas al pagar en efectivo, las cuales promedian entre 10% y 20%.
- Si usas tus tarjetas, asegúrate de que las deudas no rebasen 30% del ingreso. Compra dos o tres días después de tu fecha de corte, ello te ofrece hasta 50 días o tres quincenas para liquidar.
- Ten cuidado con las mensualidades sin intereses, porque cada operación reduce tu capacidad de pago. Entre un descuento sobre el precio de contado o las parcialidades, el primero te da mayor ventaja.