Familiares de desaparecidos en México bloquearon el sábado por la tarde la sede central de la Fiscalía General de la República (FGR) y colocaron carteles con el lema de “Clausurado” para exigir la creación del Banco Nacional de Datos Forenses que ayudaría a poner nombre a los miles de restos de desconocidos repartidos en fosas y morgues del país.
Al grito de “Identificación ya”, decenas de familiares recordaban a las autoridades que, según se estableció por ley, tal base de datos ya debía estar funcionando y sin embargo ni siquiera existe.
Según cifras del gobierno federal, México tiene más de 100 mil desparecidos, el 98% de ellos desde 2006, cuando empezó la guerra frontal contra los cárteles. Además, con 52 mil fallecidos no identificados distribuidos por todo el país, vive una urgente crisis forense cuya solución sigue pendiente.
Según el comunicado que leyeron los familiares, la fiscalía federal está “incumpliendo su obligación de concentrar la información forense del país, ya que sólo cuenta con la información genética de 15 mil cuerpos”. Del resto, o no hay información o está dispersa por las procuradurías de los 32 estados.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se puso en marcha la Comisión Nacional de Búsqueda y se creó un ente temporal e independiente con apoyo de Naciones Unidas con el que se espera agilizar el trabajo pericial pendiente desde hace años.
Pero el cruce de información es básico y para ello hace falta una cooperación entre estados que no existe, según ha reconocido el propio gobierno federal.
No obstante, Naciones Unidas denunció este año que uno de los principales problemas del país es que las desapariciones continúan ocurriendo porque hay una impunidad generalizada.