BAGDAD (AP) — Un influyente clérigo chií en Irak cuyos partidarios irrumpieron a inicios del mes en el parlamento en Bagdad y han mantenido desde entonces una protesta sentada en las afueras del edificio arreció sus demandas el miércoles y emitió una amenaza velada de violencia.
El clérigo, Muqtada al-Sadr, dijo en Twitter que el poder judicial tiene una semana para disolver el parlamento. Al-Sadr ha exigido previamente que la legislatura sea disuelta y se convoque a elecciones adelantadas, pero esta vez fijó un plazo.
Los expertos están divididos sobre si al-Sadr tiene bases legales para sus reclamos. Su agrupación ganó la mayor cantidad de escaños en las elecciones de octubre, pero no consiguió formar un gobierno de mayoría que excluyese a rivales alineados con Irán.
Al-Sadr llamó a sus seguidores “revolucionarios” y dijo que “ellos tomarán otra posición” si no se satisfacen sus reclamos, insinuando la posibilidad de escalar la protesta.
El poder judicial declaró previamente que carece del derecho constitucional a disolver el parlamento y que solamente los legisladores pueden votar para hacerlo.
Como el parlamento excedió el cronograma constitucional para formar gobierno tras los comicios de octubre, no está claro qué pasará ahora.
Los rivales de Al-Sadr en la Estructura de Coordinación, una alianza de partidos respaldados por Teherán, dijeron previamente que el parlamento tendría que reunirse para decidir su propia disolución.
La semana pasada, miles de seguidores de al-Sadr irrumpieron en la Zona Verde, que alberga el parlamento, otros edificios del gobierno y las embajadas. Ocuparon el edificio del parlamento, lo que forzó a la cancelación de las sesiones hasta nuevo aviso.
La ocupación frenó los esfuerzos de la Estructura para formar un nuevo gobierno luego que al-Sadr no lo consiguiese.
El impasse político en Irak, ya en su décimo mes, es el más prolongado en el país desde la invasión estadounidense de 2003.