MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Se trata de Thomas Robertson, agente de Policía de la ciudad de Rocky Mount. Su sentencia de siete años y tres meses es una de las más largas que se han impuesto entre las decenas de casos que se han abierto por estos hechos.
La sentencia de Robertson es similar a la que se impuso hace unos días a Guy Reffitt, un ciudadano de Texas, que irrumpió en el Capitolio con un arma y amenazando a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La Fiscalía pedía para él ocho meses de prisión, finalmente, la sentencia se ha visto reducida a siete años y tres meses, así como a otros tres años de libertad vigilada, después de que se hubiera tenido en cuenta que permaneció bajo custodia los últimos trece meses.
El juez Christopher Cooper decidió por entonces encarcelar a Robertson después de que violara las condiciones de su libertad condicional a la espera de juicio, tras seguir acumulando armas de fuego y hacer públicas declaraciones en las que afirmaba estar listo para morir en una guerra civil.
En abril, Robertson fue hallado culpable de los seis cargos de los que se le acusaba, entre ellos el de atentado contra la autoridad y acceso a un área restringida portando un arma, un gran palo de madera que sus abogados aseguraron se trataba de un bastón que utilizaba desde que recibió en 2011 un disparo en el muslo derecho cuando trabajaba como agente de seguridad privada en Afganistán.
Junto a Robertson también viajó a Washington esa mañana del 6 de enero un compañero de la Policía de Virginia fuera de servicio, Jacob Fracker, cuya sentencia le será leída el próximo martes. Él decidió cooperar con las autoridades y se declaró culpable de un cargo de conspiración contra las autoridades.
Los fiscales han pedido para él para una sentencia de seis meses de libertad vigilada debido a la "plena" cooperación que ha mostrado durante el proceso y que ha servido para asegurar la condena de Robertson, detalla la CBS.
Unas 850 personas han sido acusadas de delitos federales por sus acciones durante el motín del 6 de enero. Más de 350 de ellas se han declaradas culpables, en su mayoría de delitos menores, y más de 230 tienen ya sentencias en firme.