Amnistía Internacional ha anunciado una revisión del polémico informe sobre la guerra en Ucrania en la que denuncia en el bando ucraniano la ubicación de instalaciones y posiciones militares en zonas civiles, lo que pondría en riesgo a la población.
La organización ha informado de que el documento será revisado minuciosamente por expertos externos, según un comunicado al que ha tenido acceso la agencia de noticias DPA.
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“Tales violaciones no justifican en modo alguno los ataques indiscriminados de Rusia, que han matado o herido a innumerables civiles”, según Amnistía Internacional.
El proceso de auditoría del informe se concretará la semana que viene en la junta directiva de la organización una vez las distintas filiales nacionales puedan aportar sus comentarios, incluida la sección ucraniana, cuya directora, Oksana Pokalchuk, dimitió en protesta por la publicación del documento.
El Gobierno ucraniano ha criticado duramente este informe por considerar que pone al mismo nivel al invasor, Rusia, y al invadido, Ucrania.
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El asesor presidencial ucraniano Mijail Podoliak ha afirmado que es “una vergüenza” que Amnistía “haya participado en la propaganda Rusa y en una campaña de desinformación que busca detener el suministro de armas occidentales”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha acusado a Amnistía de “ayudar a los terroristas”. Amnistía ha seguido defendiendo el informe, pero ha lamentado el “dolor y enfado” causados.
