MANILA, Filipinas (AP) —
Una tormenta tropical sacudió el miércoles el norte de Filipinas y dejó al menos tres heridos y miles de desplazados, además de obligar a las autoridades a cerrar escuelas y oficinas gubernamentales en la capital y en varias provincias propensas a sufrir inundaciones y deslaves.
Ma-on se debilitó ligeramente tras barrer las provincias montañosas del norte y abandonó el país durante la noche con vientos sostenidos de 95 kilómetros (59 millas) por hora y ráfagas de hasta 115 km/h (71 mph). El meteoro había tocado tierra en la localidad de Maconacon, en la provincia de Isabela, el martes en la mañana, según los meteorólogos.
La tormenta podría ganar fuerza en el mar mientras se dirige al sur de China, agregaron.
Aunque el azote del meteoro se sintió principalmente en el extremo norte de la región de Luzon, el presidente Ferdinand Marcos Jr. suspendió las clases en todas las escuelas públicas y cerró las oficinas gubernamentales del martes al miércoles en la densamente poblada metrópolis de Manila y en varias regiones colindantes como medida de precaución debido a las inundaciones localizadas y a los fuertes vientos.
“Las fuertes lluvias suponen un posible riesgo para la población”, dijo la secretaria de prensa, Trixie Cruz-Angeles.
La suspensión de las clases se ordenó luego de que millones de estudiantes de primaria y secundaria regresaron físicamente a las aulas el lunes en todo el país, la primera vez tras dos años de restricciones por la pandemia del coronavirus.
La tormenta fue uno de los problemas constantes con los que lidian los funcionarios de educación, además de con la escasez de aulas, una alarmante tasa de analfabetismo entre niños y la persistente amenaza del COVID-19 tras la decisión de retomar las clases presenciales.
Tres aldeanos resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales tras ser golpeados por árboles caídos en la provincia de Cagayan, dijo Rueli Rapsin, un funcionario de emergencias. Solo en esa región, más de 7.000 personas fueron evacuadas de localidades con tendencia a sufrir inundaciones repentinas, deslaves y marejadas, añadió.
Algunas de las provincias más golpeadas por el paso de la tormenta se estaban recuperando aún de la devastación causada por un potente sismo el mes pasado, lo que hizo temer que se produjesen más deslaves.
Filipinas registra alrededor de 20 tifones y tormentas tropicales cada año. El archipiélago está ubicado en el llamado “Anillo de Fuego" del Pacífico, una región de fallas sísmicas y volcanes en la cuenca del océano que convierte al país es uno de los más propensos a los desastres.