La nostalgia hacia la “Dama de Hierro”, Margaret Tatcher, marcó la carrera por la presidencia del Partido Conservador y, en automático, el puesto como primer ministro de Reino Unido, en la que se impuso Liz Truss, la exministra de Relaciones Exteriores, después de la gestión de Boris Johnson, opacada por los escándalos relacionados con la pandemia de Covid-19 y la designación de funcionarios acusados de abuso sexual.
Te puede interesar: Liz Truss, la nueva primera ministra que sustituirá a Boris Johnson en Reino Unido
La economía británica ha sido duramente golpeada, sobre todo por las consecuencias externas debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, y un encarecimiento de los precios de bienes y servicios, con una inflación interanual que alcanza 10%, uno de los niveles más elevados en la época contemporánea del país; otro de los factores que preocupa es una posible recesión a finales de este 2022.
Por tales motivos, el Consenso de Washington y el libre mercado, el modelo que marcó la recuperación de Reino Unido en los años ochenta tras la llegada al poder de Tatcher, es visto como un ejemplo de lo que ahora podría lograr Truss, aunque los comentarios positivos al interior del país sobre las posibilidades de recuperación, con su gobierno, lucen escasos.
Además del tema económico, una de las prioridades inmediatas de la nueva huésped de Downing Street serán las demandas de aumentos salariales de trabajadores ferrocarrileros, recolectores de basura, empleados postales, abogados del gobierno, entre otros. Y, en el tema energético, el aumento de los precios de la electricidad es otro de los reclamos de la población británica.
“Presentaré un plan inteligente para reducir los impuestos y hacer crecer nuestra economía. Me encargaré de la crisis energética, de los recibos de electricidad de los ciudadanos. Asimismo de los problemas que tenemos en el suministro de energía”, indicó la nueva primera ministra, quien espera este martes el nombramiento oficial por parte de la Reina Isabel II.
Antes de conocerse el resultado sobre quién dirigiría el destino de los tories, Truss refrendó su compromiso por resolver la mayor inflación en 40 años y adelantó que en un mes presentaría un plan a fin de potenciar el crecimiento económico para “encontrar la manera de salir de estos tiempos difíciles”.
En materia de relaciones con la Unión Europea, Truss está a favor del distanciamiento con el bloque de los 27 y plantea concluir con las disputas por la inexistencia de una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Puedes revisar: 5 básicos para el lunch de tus hijos en este regreso a clases
Brexit, un nuevo jaloneo con la Unión Europea
La política consevadora de 47 años era partidaria de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea con respecto al Brexit; sin embargo, su punto de vista dio un vuelco tras su aprobación y ahora busca sellar la implementación del Proyecto de Ley del Protocolo de Irlanda del Norte como primera ministra, pese a las fricciones con el bloque de los 27.
A través de la modificación, Truss busca construir un canal verde en el Mar de Irlanda para que el tránsito de mercancías hacia Irlanda del Norte evada los controles de la Unión Europea.
Independencia de Escocia tensa relaciones
La celebración de un referéndum independentista, propuesto por la primera ministra escocesa Nicole Sturgeon, no ha sido visto con buenos ojos, desde la gestión del premier Boris Johnson, y ahora primera ministra, Liz Truss, quien en campaña cargó en contra del Ejecutivo escocés por fomentar las divisiones.
Así, apeló a la unión y exigió mayor transparencia, además de la dotación de servicios públicos en suelo escocés.