La difunta reina de Inglaterra, Isabel II, quien falleció este 8 de septiembre luego de 69 años en el trono británico, tuvo la oportunidad de visitar distintas naciones del mundo, entre ellas, México.
Durante las dos visitas que tuvo la reina Isabel II en México, se deleitó con platillos típicos de Yucatán, Veracruz, Guanajuato Quintana Roo y la capital del país, en especial el pipián, que fue un platillo que unió a la monarca británica con las raíces mexicanas.
En la primera visita de Isabel II, en 1975, el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, recibió a la reina en Palacio Nacional, en dónde tuvieron una cena de gala para degustar pollo relleno de paté con una ensalada de corazones de alcachofa, con información de medios.
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La monarca de Gran Bretaña desayunó todos los días un menú especial que consistía de un vaso de leche, té, fruta fresca de temporada, huevos con tocino.
La embajada británica fue la encargada de preparar el menú para la reina, por lo que planearon que la fruta fuera típica de distintas regiones del país, como las fresas de Zamora, Michoacán; los melones de Uruapan, Michoacán; o el agua de lima de Silao; Guanajuato.
Al visitar Guanajuato, Isabel II pasó por el mercado Hidalgo, en dónde le regalaron quesos, fresas, tlacoyos y biznagas.
Cuando el presidente Echeverría visitó el Castillo de Windsor, la reina Isabel II lo recibió con una cena en la que se incluyó pollo en pipián en honor al país. Echeverría gustó mucho del platillo y esa noche fue invitada a México.
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Al regreso de la reina a México diez años después, durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, el gobierno de México decidió rehacer la receta que prepararon en Londres años atrás, por lo que la cocinera Chiquita de Castro López y Margarito Corona prepararon el pollo en pipián. Se dice que la reina comió recalentado.
A pesar de que ya no regresó a tierras nacionales, la monarca británica ofreció un discurso en 2015 con motivo de la visita del entonces presidente Enrique Peña Nieto a territorio británico, en el que incluyó decir que el Príncipe Felipe y ella guardaban “cálidos recuerdos de nuestras visitas a México en 1975 y 1983″.
