MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El Ejército de Israel ha afirmado que Líbano se hubiera sumado a los países que han normalizado sus relaciones diplomáticas con las autoridades israelíes "de no ser por Hezbolá", en medio del repunte de las tensiones durante los últimos meses.
"Estoy convencido de que Líbano hubiera sido parte de los 'Acuerdos de Abraham' de no ser por Hezbolá", ha señalado el jefe de la Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel, Aharon Haliva.
"Hezbolá es una organización que lleva tres sombreros: protector de la comunidad chií, representante iraní financiado y respaldado por Teherán y protector de Líbano que tomó al pueblo libanés como rehén", ha manifestado.
En este sentido, Haliva ha resaltado que Líbano "está al fondo en todos los parámetros de países fallidos" y ha añadido que "Israel es un país con herramientas como el agua, la tecnología y la comida, además del poder militar".
"Los países árabes son conscientes de esto, lo que llevó a los 'Acuerdos de Abraham'", alcanzados a finales de 2020 con la mediación del entonces presidente estadounidense, Donald Trump. Los acuerdos han sido firmados por Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Marruecos y Sudán.
Haliva ha hecho hincapié en que "una mejora de la situación económica del pueblo libanés va en favor de los intereses israelíes" y ha agregado que "el pueblo libanés entiende cuál sería el resultado de una guerra", según ha recogido el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
"Espero por el bien de (el líder del partido-milicia chií libanés, Hasán) Nasralá que no subestime la respuesta israelí si decide hacer algún movimiento", ha advertido, al tiempo que ha incidido en que "el poder de Israel es grande y Hezbolá lo entiende".
"Nasralá es una persona seria y sabe de lo que hablo", ha argüido Haliva, que ha explicado que Irán tiene en alta estima al líder de Hezbolá. "No es un patrón, sino un socio a la hora de adoptar las decisiones junto a los iraníes", ha remachado.
Israel y Líbano, que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas, iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.