La tarde de este jueves 15 de septiembre, el canciller Marcelo Ebrard informó mediante sus redes sociales del encuentro informal que tuvo con los expresidentes de Uruguay y Bolivia, José Mujica y Evo Morales, respectivamente, quienes se encuentran en México para asistir como invitados de honor a la ceremonia del grito de independencia y al desfile militar que encabezará el presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Mediante su cuenta de redes sociales, el secretario de Relaciones Exteriores de México compartió una foto en la que se les observa en un restaurante que se encuentra en el corazón de la Ciudad de México, en pleno Centro Histórico.
Se trata del restaurante La Ópera, situado en la calle de 5 de Mayo, que presume como parte de su historia el hecho de que ahí dejó huella el revolucionario Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa.
Según la página web del lugar, el bar abrió sus puertas en 1876 en un inmueble ubicado en el cruce de San Juan de Letrán y a Av. Juárez, a cargo de las hermanas francesas de apellido Boulangeot, e inicialmente fue una exitosa pastelería, enfocada en una sociedad muy selecta.
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Pero casi dos décadas más tarde se mudó a unas cuadras, en la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata; sin embargo para ese entonces ya no operaba como pastelería, sino que cambió su giro a cantina.
Entre sus clientes de esa época figuraban don Porfirio Díaz y su esposa Carmelita, así como distinguidos políticos de la época, principalmente los amigos de don Porfirio, y demás miembros de la alta sociedad.
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Pero luego de eso vino la época revolucionaria, y por su ubicación fue inevitable que entre sus clientes se incluyera a revolucionarios como Zapata y más adelante el general Francisco Villa quien, según registros históricos, disparó su pistola y un tiro quedó incrustado en el techo del lugar.
La visita de secretario Marcelo Ebrard al bar La Ópera ocurrió en la hora de la comida, por lo que es probable que hayan disfrutado las especialidades de la casa, entre las que destacan pulpo a la gallega, caracoles en salsa de chipotle, chamorro a la gallega o lengua veracruzana.
El consumo promedio del lugar se encuentra en el rango de entre 300 a 500 pesos, pero sobre todo resalta por la historia.
