DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El presidente de Irán acusó el jueves a Estados Unidos de dirigir una “política fallida de desestabilización” contra su nación, tras protestas en ciudades de todo el país por la muerte de una mujer de 22 años que había sido detenida por la policía iraní de la moral.
Las sucesivas declaraciones del presidente, Ebrahim Raisi, han tratado de mostrar las manifestaciones desencadenadas por la muerte de Masha Amini como una trama occidental, mientras incluso alumnas de escuela acudían a las protestas y se quitaban el hiyab, un pañuelo que cubre el cabello y es obligatorio en Irán.
Raisi reiteró su posición el jueves durante un discurso en una conferencia en Astaná, Kazajistán, al día siguiente de que se reportaran protestas en ciudades de todo el país y circularan videos de agentes de seguridad que parecían disparar hacia los inconformes y sofocar las marchas con violencia.
Las manifestaciones se han convertido en uno de los mayores desafíos a la teocracia iraní desde el Movimiento Verde de 2009. Raisi, un conservador protegido del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, las ha descrito como una trama contra Irán urdida por sus enemigos en el extranjero.
“La nación iraní ha invalidado la opción militar estadounidense y, como ellos mismos han admitido, ha llevado a un humillante fracaso la política de sanciones y máxima presión”, dijo Raisi, según una transcripción de su discurso. “Ahora, siguiendo el fracaso estadounidense en sanciones y militarización, Washington y sus aliados han recurrido a la política fallida de la desestabilización”.
Raisi no hizo otra mención directa a las manifestaciones, que el miércoles se registraron al menos en 19 ciudades.
Resulta difícil reunir información sobre la situación dadas las restricciones de internet y las detenciones de al menos 40 periodistas en el país, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
El gobierno iraní insiste en que Amini no fue maltratada, pero su familia dice que el cuerpo mostraba magulladuras y otros signos de golpes tras haber sido detenida por incumplir el estricto código de vestuario de la república islámica.
Sigue sin estar claro cuánta gente ha muerto o sido detenida en las protestas.
Un grupo con sede en Oslo, Derechos Humanos de Irán, estimó el miércoles que al menos 201 personas han sido asesinadas. Eso incluye unos 90 muertos a manos de fuerzas de seguridad en la localidad oriental de Zahedan, donde se produjeron protestas contra un policía acusado de violación en otro caso distinto. Las autoridades iraníes han asociado la violencia en Zahedan con separatistas no identificados, sin ofrecer detalles ni pruebas.
Estados Unidos no tiene como prioridad posibles negociaciones con Irán sobre su maltrecho acuerdo nuclear, indicó en Washington el vocero del Departamento de Estado Ned Price. Las conversaciones se derrumbaron meses antes de la muerte de Amini el 16 de septiembre.
“Ahora mismo nuestra atención (...) está sobre la llamativa valentía y coraje que muestra el pueblo iraní en sus manifestaciones pacíficas”, dijo Price. “Y nuestra atención ahora mismo está en llamar la atención sobre lo que hacen y respaldarles como podamos”.
Entre tanto, un iraníestadounidense que había recibido permiso para salir de prisión mientras cumplía una condena de 10 años por cargos de espionaje criticados a nivel internacional fue devuelto a la cárcel de Evin en Teherán, indicó su abogado. Siamak Namazi había salido de prisión y su padre, Baquer namazi, de 85 años, fue liberado para que pudiera viajar a Omán y después a Emiratos Árabes Unidos para recibir atención médica.
“La decisión iraní de negarse a renovar el permiso de Siamak es devastadora pero en definitiva no es una sorpresa”, dijo su abogado Jared Genser. “Que Irán utilice la salida de Baquer y la salida temporal de Siamak para presentarse como que actúa de buena fe, sólo para meterle entre rejas de forma inmediata e innecesaria, es una reveladora demostración de la precaria situación de los rehenes”.
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Jon Gambrell está en Twitter como www.twitter.com/jongambrellAP.