El Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió seis meses de prisión contra Steve Bannon, exasesor ideológico y estratégico del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, por desacato “sostenido” y “de mala fe” en el marco del proceso abierto en el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio.
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“Hasta el día de hoy, el acusado no ha presentado un solo documento al comité ni ha comparecido a declarar”, precisaron los fiscales en un escrito de 24 páginas presentado en el tribunal del distrito de Columbia, al agregar que, además de los seis meses de prisión, se solicita también una multa de 200 mil dólares.
En este sentido, explicó que Bannon ha “despreciado la autoridad del comité e ignorado las demandas de citación”. “Al burlarse de su autoridad, el acusado exacerbó ese asalto”, agregaron, según recogió la cadena estadounidense CNN.
Asimismo, los fiscales también expresaron “que su desacato no estaba dirigido a proteger el privilegio ejecutivo o la Constitución, sino a socavar los esfuerzos del comité para investigar un ataque histórico” contra el gobierno estadounidense.
Un gran jurado federal de Estados Unidos presentó en noviembre de de 2021 dos acusaciones por desacato contra Bannon, al negarse a cooperar con el comité del Congreso que investiga el asalto del 6 de enero contra el Capitolio.
Bannon, que ayudó a dirigir la campaña de Trump en 2016 y fue su principal estratega político hasta que dejó la Casa Blanca en 2017, fue acusado de dos cargos por desacato, uno de ellos por no presentarse a declarar y otro por no presentar una serie de documentos que le fueron requeridos.
A pesar de que Bannon ya no trabajaba para la Casa Blanca en el periodo que se investiga, el comité de la Cámara de Representantes sostiene que mantuvo una conversación con Trump en los momentos previos al asalto al Capitolio, estando también presente en la sala del hotel Willard, en Washington, en la que se reunieron varios socios del magnate, mientras se producían los incidentes.
La derrota del expresidente Trump en las urnas y sus constantes denuncias por irregularidades en la votación, nunca aceptadas por los tribunales, fueron uno de los detonantes de la insurrección del 6 de enero, que se saldó con varios muertos.
