La flor de cempasúchil simboliza la llegada del Día de Muertos en los altares que se instalan en los hogares para recibir a nuestros seres queridos que viene del Mictlán, las y los capitalinos adquieren esta flor para mantener la tradición y nuestra riqueza cultural reconocida a nivel internacional.
En el Ejido de San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía Xochimilco, se inició la temporada de la venta de cempasúchil, y que en este año los floricultores del Suelo de Conservación produjeron 5 millones de macetas de esta flor para las celebraciones de los difuntos.
Para entender el contexto: Con cinco mil toneladas de cempasúchil, Tláhuac se alista para Día de Muertos
Los habitantes de Xochimilco y personal de Comisión de Recursos naturales y Desarrollo Rural (DGCORENADR) y de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México hicieron un llamado a la población a consumir las flores de cempasúchil en la ruta agroturística y en los mercados de Plantas de Cuemanco, Cuemanquito, Palacio de la Flor, Flores Madre Selva y en el Plan San Luis Tlaxialtemalco, donde los visitantes podrán adquirir de forma directa todas las variedades de esta flor que se producen y permanecerán abiertas del 19 al 31 de octubre.
Desde la zona chinampera de San Gregorio Atlapulco, la producción de cempasúchil representa una fuente de trabajo para más de 5 mil familias que dependen directamente de esta venta.
Las y los visitantes podrán recorrer a pie o en bicicleta las rutas agroturísticas del 19 al 31 de octubre en un horario de 9:00 a 18:00 horas, su asistencia genera un impacto positivo para apoyar económicamente a los grupos productores de la ciudad con la compra del cempasúchil, además de mantener viva la tradición del Día de Muertos.
Marina Robles García, titular de la Sedema de la ciudad, llamó a las y los capitalinos a comprar estas flores y mantener la tradición que es riqueza de nuestra cultura reconocida a nivel internacional.
Desde el año 2008 la celebración del Día de Muertos fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de México para toda la Humanidad, y representa una tradición que evoca la presencia de los seres queridos que ya fallecieron, además de que esta festividad está ligada al final del ciclo de la producción de maíz, el cultivo más representativo de México.