Invertir en un patrimonio se ha vuelto más arriesgado y existe desconocimiento por parte de la población para detectar que se encuentran en un posible estafa. Diversas instituciones como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) han reportado el incremento de fraudes inmobiliario en la Ciudad de México.
Una de las razones es la gran oferta que existe actualmente en el mercado, donde diversas viviendas suelen ostentarse más accesibles y más atractivas para los posibles compradores. Sin embargo, dichas promesas, en algunos casos, suelen ser falsas.
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De acuerdo con la Profeco los fraudes inmobiliarios se encuentran entre las 10 principales quejas que han recibido este 2022. La CDMX, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Nuevo León son las entidades con el mayor número de reclamos. Incluso, la AMPI estima que cada año se pierden 600 millones de pesos por actividades ilícitas en el sector inmobiliario en el país.
Estos se pueden presentar de diferentes formas, las más comunes son las solicitudes de pagos anticipados sin ninguna garantía, suplantación de identidad o falsos anunciantes, documentación falsa o incompleta y anuncios de propiedades inexistentes.
Expertos aconsejan revisar exhaustivamente la situación legal del terreno que se planea comprar, conocer la trayectoria de la desarrolladora con quien se cierra el trato, y sobre todo asegurarse que el promotor con quien está llevando a cabo su compra esté capacitado y esté respaldado por la inmobiliaria con quien se tiene planeado cerrar el trato.
Israel Ceja Hernández, asesor de Inversión de Grupo Luximia, comparte algunos focos rojos a los posibles compradores puedan evitar tener un problema que puede provocar dolores de cabeza y la pérdida de su patrimonio. Resalta revisar exhaustivamente la situación legal del terreno que se planea comprar, asegurarse que el promotor con quien está llevando a cabo su compra esté capacitado y este respaldado por la inmobiliaria con quien se tienen planeado cerrar el trato.
“La responsabilidad del desarrollador es entregar una ficha técnica de lo que ha hecho, enseñar las escrituras del terreno e investigar que en el Registro Público no haya gravamen, ni demandas alrededor de la inmobiliaria”, añadió el asesor en entrevista a Publimetro.
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Recomendaciones para no caer en fraudes
- Consultar empresas inmobiliarias avaladas por la industria. Existen distintas asociaciones a las que podrían estar afiliadas, las más reconocidas dentro del gremio son AMPI, APCI y UPIM, por citar algunas.
- Compruebe que la página web sea segura. El dominó debe comenzar con https://; también se debe verificar la URL sea correcta y que cuente con el candado en la parte superior izquierda de la web, eso respalda la parte de los datos personales.
- Realizar la autenticidad de la página web y redes. Un ejemplo, la marca de agua en las fotografías evita que otras empresas o personas puedan utilizarlas para ventas falsas. Debe contar con datos de contacto a la vista.
- Consultar las recomendaciones y comentarios de usuarios sobre la empresa, cómo ha sido su experiencia, si vale la pena seguir adelante con el proceso de compra.
- Verificar el inmueble: en el Registro Público de la Propiedad y Comercio. Donde se podrá verificar datos como la situación legal, ubicación, propietario, la inexistencia o existencias de gravámenes y si tienen un aviso preventivo activo por medio del folio real.
- Folio de Propiedad. Es el número único que tiene cada inmueble se puede revisar todos los movimientos y antecedentes de cada inmueble.
- Una forma de comprobar la veracidad de la inmobiliaria es consultar el Buró Comercial.
- Acudir con un Notario. El contrato de escritura pública debe ser realizado ante Notario público, el objetivo es generar documentos explícitos que especifiquen la responsabilidad de ambos lados y tener la certeza jurídica de que se trata de una transacción segura.
De acuerdo con el INEGI, de los más de 80 mil agentes inmobiliarios en el país, solo 15% se encuentran agremiados a alguna asociación, y 10% está respaldado por algún taller, diplomado, curso o carrera.
