Los museos españoles están “en alerta” por los ataques de activistas ecologistas contra obras de patrimonio artístico en pinacotecas de Londres o Berlín, acciones que consideran que “no tienen sentido” y con las que solo se busca “publicidad”.
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El jefe del Departamento de Conservación-Restauración del Museo Reina Sofía, Jorge García Gómez-Tejedor, ha reconocido en declaraciones a Europa Press que en la pinacoteca están “más pendientes” de este tipo de ataques porque tienen obras emblemáticas que pueden ser mas susceptibles de una acción de vandalismo.
No obstante, ha asegurado que por el momento no han aumentado la seguridad, aunque sí se observa más al público. Asimismo, ha avisado de que valorarán otras medidas según la evolución de estas acciones y ha incidido en que se centran en tener preparadas “respuestas rápidas” ante estos u otros tipos de incidentes.
“Estamos intentando estar más alerta y más pendientes, y que en caso de que suceda esto, las personas implicadas no se vayan así como así. Estamos hablando patrimonio artístico. No tiene sentido lo que está ocurriendo, señaló García Gómez”.
Las obras del Reina Sofía están ya protegidas según su vulnerabilidad de conservación. Por otra parte, las más delicadas están protegidas por algún tipo de cristal o vitrinas climáticas, mientras otras con menor vulnerabilidad tienen marcada una distancia de seguridad.
Además, las obras de formatos más grandes y no tan delicadas “no tienen protección de ningún tipo para que se puedan contemplar bien”, si bien cuando se consideran de “cierta vulnerabilidad”, también tienen marcada una distancia de seguridad.
La vigilancia también forma parte del protocolo de seguridad de las obras, por lo que cuando una pieza es “muy sensible” se aumenta el número de vigilantes. Además, al interior de la pinacoteca no se permite la entrada de líquidos o materiales dañinos.
“Lo que no hacemos es blindar todas las obras por un posible vandalismo, hay que tener en cuenta que el público entra a disfrutar de la exhibición. En caso de cualquier tipo de incidente, el Reina Sofía tiene un protocolo de tres fases para responder lo antes posible”, aclaró Gómez.
Por su parte, el director del Museo del Padro, Miguel Falomir, admitió la semana pasada, tras el ataque con sopa de tomate de dos activistas al cuadro “Los Girasoles” de Vicent Van Gogh, exhibido en la National Gallery de Londres, que la pinacoteca está “ojo avizor” y ha intensificado” la vigilancia.
“No es la primera acción de este tipo que se ha cometido en las últimas semanas y no sé si vale la pena mucho hablar de esto, porque en el fondo es lo que pretenden, esta publicidad. Hay formas bastante más inteligentes para defender nobles causas y haciendo las cosas de esta manera se consigue justo lo contrario”, lamentó Miguel Falomir.
El último de los ataques en museos se ha producido este lunes 24 de octubre, en el Madame Tussauds de Londres, donde activistas del grupo ambiental Just Stop Oil (autores del ataque al Van Gogh) han arrojado tartas a la figura de cera del rey Carlos III.
Museo de cera
El Museo de Cera de Madrid han señalado, en declaraciones a Europa Press, que esperan que estos “actos vandálicos” no se produzcan en los espacios de la capital, y han indicado que si ven actitudes fuera de tono, tendrán que tomar mayores medidas de seguridad. Por el momento, no lo ven necesario.
“Apelamos al sentido común y la responsabilidad”, aclamó el museo, que tiene personal de vigilancia y de mantenimiento para actuar en caso de cualquier figura se dañe, es por ello que se prohíbe la entrada de líquidos y alimentos.
Sin embargo, no tiene otras medidas de seguridad como distancia, cristales o vitrinas, ya que estas paliarían la “cercanía” del público con la exposición. El recinto sentenció que quieren proteger su producto, pero que el público se sienta cera y aprecie el trabajo.
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